La situación en el sector y en otros ámbitos se ve cada vez más difícil y el bolsillo de la gente se ve afectado.
Ante el último aumento de los combustibles, que se dio en la medianoche del martes y primeras horas de ayer, cercano al 27%, el bolsillo de los santiagueños volvió a recibir un duro golpe. Lo que impacta directamente en las economías familiares. El sector del transporte público de pasajeros es uno de los grupos que recibe este impacto, debido a que en su presupuesto, el gasto en combustible es uno de los principales indicadores.
“Esta suba significa que el transporte público de pasajeros sigue golpeado por uno de los principales factores. Por lo que vemos, las unidades van a salir con servicio de emergencia, es decir, con una frecuencia aún más reducida como lo venían haciendo. Esto repercute directamente en varios trabajadores, porque pierden los viáticos. Es decir, por cada día de trabajo se les abona viáticos. Hay personas que trabajan siete días y este es un rubro de 24 días de trabajo y seis francos al mes”, explicaron empresarios del sector.
Por su parte, Miguel Lladón, también empresario del rubro, dijo: “Esto obviamente que golpea muy duro y aplasta directamente al precio del boleto que se había fijado semanas atrás. Actualmente, el mismo está en 150 pesos, pero es una cifra que ya quedó desfasada por mucho, teniendo en cuenta que son valores que se calcularon teniendo en cuenta la situación económica de agosto-septiembre de 2023. O sea, no tiene en cuenta la inflación de octubre, de noviembre ni de diciembre, ni mucho menos los aumentos que se han dado”.
“Hay una pérdida en el bolsillo del trabajador con respecto a estas cifras. Hay empresas que ya están dando las vacaciones, por ello se va a ver disminuida la frecuencia”, explicaron desde la patronal, que también emitieron su visión ante la situación. A su vez, explicaron que en estos días hay poca frecuencia de usuarios, a pesar de las fechas festivas que han pasado. Por la disminución de un gran porcentaje de pasajeros que son docentes, alumnos de distintos niveles de instituciones educativas, y los que viajan actualmente, son quienes se dirigen a sus trabajos, ya sea comercio, de salud y otros pasajeros ocasionales. “El bolsillo de la gente es el que se ve golpeado en todo momento”, agregaron.