El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente Javier Milei celebraron el supuesto «regreso» de Argentina a los mercados voluntarios de deuda a una tasa del 6,75%. Sin embargo, la realidad de la operación es menos «espléndida», ya que se trata de un esquema de incentivos para forzar a actores locales—bancos, aseguradoras y empresas argentinas—a comprar los bonos del gobierno.
El objetivo inmediato del ministro es juntar USD 2.000 millones para cubrir una parte de los USD 4.500 millones que vencen en enero.
La Arquitectura Financiera: Un «Menú a la Carta» Impuesto
El ministro armó un menú de incentivos para que actores locales suscriban los bonos, una metodología que, según fuentes del mercado, poco tiene que ver con la compra voluntaria de inversores internacionales.
1. Incentivos para Compañías de Seguros y ART
A las compañías de seguro y a las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) se les ofreció poner en caución los bonos que les había «encajado» la administración anterior (Martín Guzmán), si suscriben la nueva emisión. Esto les permite mejorar el rendimiento de sus instrumentos anteriores.
- Monto Esperado: USD 600 millones.
2. Incentivos para Bancos
A los bancos se les está ofreciendo una relación de 3 a 1 contra encajes, es decir, por cada dólar que inviertan en el bono, se liberan tres dólares de sus encajes.
- Monto Esperado: USD 1.000 millones, contra la liberación de USD 3.000 millones de encajes.
3. Incentivos para Empresas con Dólares
A las empresas que tienen dólares se les ofrece el bono a cambio del pago de retenciones de la ARCA (Agencia de Recaudación y Control Aduanero).
- Monto Esperado: USD 400 millones.
El Costo Real de la Operación
Si el plan resulta exitoso, el ministro conseguiría los USD 2.000 millones necesarios. La tasa de toda la operación, arroja con el descuento un 9,75%, muy por encima de las tasas a las que accedieron provincias como CABA, Santa Fe y Córdoba en sus colocaciones recientes.
Esta forzada operación, que recuerda a los «bonos patrióticos» de Domingo Cavallo, expone que el profundo rojo del Banco Central sigue siendo el flanco más débil del programa económico, a pesar de la retórica oficial.
Si la operación local no alcanza, el gobierno aún evalúa estructurar un préstamo repo (con JP Morgan, estimado en USD 2.500 millones) o activar otro tramo del swap con el Tesoro de Estados Unidos.
