Leliq: el mercado evalúa la solución de Caputo y plantea cautela sobre apertura del cepo

Leliq: el mercado evalúa la solución de Caputo y plantea cautela sobre apertura del cepo

El posible ministro de Economía entrante respondió a la urgencia propuesta por Milei y presentó frente a los bancos privados una “solución de mercado”.

   

La discusión sobre el desarme de las Letras de Liquidez (Leliq) se posicionó en la agenda económica del presidente electo Javier Milei. Hay economistas que sostienen que se trata de una problemática urgente, y otros que entienden que se trata solo de endeudamiento “atendible”. Mientras tanto, el posible ministro de Economía entrante, Luis Caputo, respondió a la urgencia propuesta por Milei y presentó frente a los bancos privados una “solución de mercado”. Señalan condicionantes a su plan y marcan que el cepo aún no tiene fecha de vencimiento.

“Nadie va a poner u$s25.000 millones para eso”, sentencia Gustavo Neffa, director de Research for Traders, frente a la propuesta que trascendió tras el encuentro de Caputo con entidades bancarias de trasladar la deuda del BCRA al Tesoro y financiarla con endeudamiento externo mediante bonos.

A su vez, Juan Ignacio Paolicchi, economista de Empiria Consultores, considera la opción como “la más benigna” para la macroeconomía. Sin embargo, advierte que implicará un desarme de deuda “más incierto” que estará atado a la lectura del mercado de las primeras medidas, el acomodamiento de tasas, la curva de pesos y la reconfiguración de la demanda, trasladada de Leliq a pases pasivos para dotar de liquidez a los bancos frente al contexto incierto, aunque a menor tasa de interés. En toda la semana, los fondos que salieron de las Leliq alcanzan los $3,3 billones y entraron a pases por $3,7 billones.

Otro dato inquietante que trascendió es la posible puesta en prenda de acreedores las acciones en poder del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES y el 51% accionario que posee el Estado en YPF. Se trata de una posibilidad en estudio ofrecer los activos del país como garantía.

Aunque la instrumentación que implementaría Caputo aún carece de detalles, para Andrés Reschini, titular de F2 Soluciones Financieras, es claro entender que “por cada peso que hay en la base monetaria, hay otros dos en pasivos remunerados” que responden a una tasa de interés efectiva anual del 254%. Por eso, sostiene que “no es sostenible y en algún momento traerá problemas mucho más graves”. Según el especialista, la incertidumbre por los frentes abiertos que deja la propuesta de Caputo podría generar nerviosismo y mayor riesgo cambiario. “El desafío es cómo desarmarlas sin afectar a los bancos y a los depositantes, porque las Leliq están calzadas contra depósitos de la gente”, sostiene Reschini. Sobre la posibilidad de vender deuda al mercado, se cuestiona el precio de compra y alega que adquirirla con descuento provocaría consecuencias en los depósitos.

En la misma línea, Javier Timerman, Managing Partner de Adcap Grupo Financiero, sostiene que el endeudamiento no es la única alternativa para desarmar las Leliq y apuesta a una solución más gradualista, contraria a un plan Bonex, como sonaba en un principio. Sin embargo, entiende que el problema central está delineado por la “inexistente demanda genuina de pesos”, causada por el elevado déficit fiscal financiado con emisión monetaria, y que deriva en una presión dolarizadora.

Por último, el interrogante directamente atado al desarme tiene que ver con la consecuente apertura del cepo y el tiempo que implique hacerlo. Para Milei se trata de un ítem prioritario en el marco de su plan económico ortodoxo, compuesto inicialmente por emisión cero, ajuste monetario, devaluación y desregulación de precios. En ese sentido, Aldo Abram, director ejecutivo de la fundación Libertad y Progreso, afirma que podría suceder “al cabo de una o dos semanas” tras realizarse una unificación cambiaria. Para el economista, el escenario ideal sería canjear también por “deuda comercializable del Tesoro” a las letras intransferibles y adelantos del Tesoro. Así, los activos del BCRA subirían al tiempo que los pasivos bajarían por el pago de las Leliq mediante recuperación de la demanda de dinero y el organismo financiero “se volvería solvente”.

Por su parte, Paolicchi decide no aventurarse en una fecha de apertura del acceso al mercado de cambios oficial ya que considera que es “algo muy incierto”, en tanto no se resuelva el stock de Leliq y el déficit fiscal, catalogado como “problema urgente”. La misma línea recorre Neffa, quién marca que abrir el cepo inmediatamente “no es prioritario”, pero hacerlo tendrá que ver con la recuperación de reservas, las Leliq y el valor del dólar.

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