El proyecto tiene muchas firmas en disidencia, lo que puede generar que se caigan varios artículos clave. El kirchnerismo aseguró que votará en contra.
Con la presencia del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en el Congreso, los libertarios lograron durante la noche del miércoles tener el dictamen del proyecto de Ley de Bases en una jornada frenética que incluyó un cuarto intermedio del plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales.
Lo mismo hizo Ezequiel Atauche con su comisión de Presupuesto y el proyecto de ley de Medidas Fiscales, que también pasó a cuarto intermedio. La orden de la Casa Rosada fue directa: ”Si no hay ley de Bases, no hay Medidas Fiscales”. El Gobierno quería los dictámenes de los proyectos. El dictamen de paquete fiscal llegará formalmente esta mañana. No se consiguió en la noche del miércoles porque algunos senadores ya se habían ido de la Cámara.
El paso que sigue es llegar al recinto: el llamado a sesión es inminente. El oficialismo, como lo hizo en Diputados, tendrá la misma estrategia: se discutirán en conjunto ambos proyectos, Bases y paquete fiscal, y se votarán por separado.
Victoria Villarruel, presidenta del Cuerpo, tendrá que ponerle fecha a la sesión, que será entre la primera y la segunda semana de junio. El oficialismo tendrá que asegurarse el quórum para iniciar la sesión, 37 senadores. Y luego ese número para aprobar en general y en particular las iniciativas.
Los dictámenes cuentan con el respaldo de La Libertad Avanza y varios senadores del ala dialoguista. Pero contienen muchas firmas en disidencia. Esto quiere decir que en el debate en particular, el oficialismo podría perder algún artículo o capítulo de los proyectos. Se sumarían a esos rechazos los votos negativos de UxP.
Las modificaciones en Ganancias aglutinan el rechazo de los patagónicos en la ley de Medidas Fiscales. La reforma del Estado, las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas, el correo y la radio pública, suman rechazos en la Ley de Bases.
Será otro capítulo de negociaciones políticas y parlamentarias del jefe de Gabinete, quien seguramente se instalará en el recinto del Senado el día de la sesión.
Está claro que se modificaron los proyectos que llegaron desde la Cámara Baja y tendrán que regresar allí para una nueva revisión. Diputados tendrá dos opciones, aceptar las modificaciones del Senado o insistir con su sanción original, pero para ese momento todavía falta mucho tiempo.
Francos, al frente de las negociaciones
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se instaló, pasadas las 19, en el Salón Gris de la presidencia del Senado y no se retiró hasta tener el dictamen correspondiente. El debate ya había pasado a un cuarto intermedio cuando los senadores Martín Lousteau y José María Carambia aseguraron que presentarían sus propios dictámenes y no acompañarían el de mayoría. Tampoco estaban las firmas de Guadalupe Tagliaferri ni de Edgardo Kueider
Tagliaferri exigía cambios en el blanqueo, como la eliminación de los testaferros. Esto no se cumplió tal como lo había pedido, por lo que firmó en disidencia parcial. Además, logró modificaciones en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Allí el Gobierno aceptó la eliminación de la cláusula que consideraba nula de nulidad absoluta las legislaciones provinciales que se opusieran al programa que impulsa el Poder Ejecutivo.
Para conseguir la firma de Carambia, el oficialismo aceptó incluir la elevación del mínimo no imponible en un 22% por zona desfavorable para la Patagonia en el pago de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias. También, el santacruceño pidió subir las regalías mineras de 3 a 5%. Se incluyó esto en el proyecto fiscal.
En el caso de Kueider, no trascendió cuál fue la moneda de cambio que el oficialismo concedió para lograr su firma.