Los estafadores «jugaron» con la desesperación de la víctima y concretaron el ardid conocido como «cuento del tío».

Con el avance de la tecnología y el masivo uso de celulares, los delincuentes mutaron los hechos ilícitos, aunque con el mismo fin de engañar a las víctimas para apoderarse de sus bienes o dinero. El ardid delictivo conocido como «cuento del tío» se realiza cada vez con mayor frecuencia y los aparatos de telefonía móvil son los instrumentos para concretarlo.

Una de las últimas víctimas cayó anteayer. Un poblador de la localidad de Pozo del Toba, departamento Juan Felipe Ibarra, recibió un llamado telefónico de una persona que se identificó como personal de una empresa de seguros y le manifestó que un familiar había protagonizado un accidente de tránsito durante un viaje. En ese sentido, le manifestó que por su grave estado de salud debían trasladarlo al hospital de Quimilí, departamento Mariano Moreno, para que tuviera la compañía de su familia.

El hombre se encontraba por unos trámites en la ciudad Capital y se sumió en la desesperación ante la información que le estaban brindando. Por este motivo, cumplió con todos los pasos que le solicitaban y terminó transfiriendo $ 2.200.000 a una cuenta bancaria que presuntamente pertenecía a una aseguradora.

Posteriormente, la llamada telefónica lo llenó de dudas y llamó al celular de su familiar «accidentado», quien lo atendió y le dijo que no estaba de viaje y tampoco había protagonizado ningún siniestro vial. De esta manera, el vecino de Pozo del Toba comprobó que había sido víctima del «cuento del tío» a través de una estafa telefónica.

El hombre realizó la denuncia y se inició una investigación a cargo de los Departamentos de Delitos Económicos y de Ciberseguridad.