Los «copitos» planeaban matar a Máximo Kirchner

Los «copitos» planeaban matar a Máximo Kirchner

Los peritajes al teléfono de Nicolás Gabriel Carrizo, el autodenominado líder de los «copitos», siguen sumando evidencia fundamental para la causa. En esta ocasión, hallaron chats horas después del atentado donde hablaban sobre matar al jefe de La Cámpora.

   

Conforme pasan las horas, más pruebas contundentes quedan sujetas al expediente de la causa por el intento de asesinato en perjuicio de la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

En los últimos minutos, los peritajes al teléfono de Nicolás Gabriel Carrizo, el líder de la banda de los «copitos», arrojaron chats estremecedores. Y es que apenas horas después del intento fallido de asesinato perpetrado por el brasileño Sabag Montiel, la «organización» llevó a cabo una reunión donde el tema central fue el asesinato del jefe de la Cámpora, Máximo Kirchner.

Estos textos fueron enviados al celular de Carrizo por parte de un contacto al que tiene agendado como «Jony White», y en los mismos se podría leer lo siguiente:

– Estamos pensando en matar al jefe de La Cámpora esta vez

– Están llegando todos. Vamos a tener una reunión grupal.

Los mensajes fueron recibidos a las 23.40 del 1 de septiembre de 2022, día del atentado, y apenas dos horas después del infructuoso intento de homicidio perpetrado por Sabag Montiel.

Desde la defensa de la Vicepresidenta de la Nación, que actúa como querellante, adelantaron que estos chats también serán presentados como prueba en la causa en la que avanza la jueza federal María Eugenia Capuchetti.

Hasta el momento, permanecen detenidas 4 personas: el brasileño Fernando Andrés Sabag Montiel, su novia Brenda Uliarte, Agustina Díaz (amiga de Uliarte), y Nicolás Gabriel Carrizo, el presunto líder de la banda.

La Justicia rechazó los pedidos de excarcelación expedidos por la defensa de cada uno de los aprehendidos y continúa con las investigaciones en pos de desmantelar la organización que hay detrás de todo, ya que para los numerarios abocados a la causa es claro: los «copitos» no actuaron solos y alguien los financió.

Compartir