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Durante la movilización en apoyo a la expresidenta condenada, Máximo Kirchner apuntó contra los dirigentes de la central obrera por no participar del acto. Con ironía y dureza, analizó el rol del sindicalismo ante el futuro del peronismo.
Luego de no se viera a la Confederación General del Trabajo (CGT) en la movilización organizada en respaldo a Cristina Fernández de Kirchner, el diputado nacional Máximo Kirchner aseguró que le hubiese «encantado que los tres que la conducen participaran y acercaran su solidaridad, por más que ellos no la quieren a Cristina o no les guste como dirigente, o no los represente, cuestión que es absolutamente válida», señaló en una entrevista reciente.
Sobre la forma de proceder de la central trabajadora que rompió relaciones con el kirchnerismo en 2012, Kirchner reconoció que esta tiene “sus propias lógicas y tiempos”, marcados además por el recambio de autoridades que se producirá en menos de cuatro meses. “No quiero opinar desde afuera, pero sí creo que hay algo que los excede. El otro día pensaba, reformulando un viejo chiste: ‘qué es un esqueleto en un ropero’ y lo reformulé: es un tiempista que jugó a las escondidas y ganó”, ironizó.
El referente de La Cámpora también celebró la amplitud del acto en Plaza de Mayo y remarcó la participación de sectores no alineados al kirchnerismo. “La sociedad reaccionó en conjunto, porque no todos los que fueron a Plaza de Mayo quizás votaban a Cristina, había partidos de izquierda, movimientos sociales, que tuvieron una actitud solidaria”, destacó.
Además, el dirigente se refirió a las tensiones internas dentro del oficialismo, particularmente en relación con el sector que responde a Axel Kicillof. “Desde algunos sectores se llevó la discusión a niveles personales. Pero la tarea no solo es que el 10 de diciembre de 2027 asuma una argentina o un argentino con ideas diferentes a las de este gobierno, sino que el día que termine su mandato se vaya como se fue Cristina”, planteó.
Por último, advirtió sobre el rol del poder judicial y la persecución política: “Hay gente que tiene mucho poder, que no ha dejado votos, que no le gusta perder a nada y, cuando ve que va a perder, busca cómo te puede sacar de la cancha”, denunció. A su entender, la condena contra su madre podría significar un punto de partida para reagrupar y fortalecer al peronismo, aunque aclaró que “conformar solamente un frente anti Milei no va a servir de mucho”, por tanto, «hay que discutir las políticas».
Fuente: politicargentina.com