El Sindicato de Camioneros, las cámaras y la Secretaría de Trabajo exploran dejar sin efecto la paritaria del 45% y avanzar en un convenio nuevo por el período marzo-junio, con cifras acordes a la pauta oficial.
El titular del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, desplazó a su hijo Pablo del conflicto por la no homologación de la última paritaria y ya está negociando con el Gobierno un nuevo convenio salarial por el cuatrimestre marzo-junio en reemplazo del que fue objetado por el Gobierno.
Así lo acordaron anoche Moyano y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, apenas terminó la reunión de la CGT con el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, de la que sorpresivamente participó el jefe de Camioneros. Luego de exponer sus argumentos y los números que sustentan el aumento, se resolvió que este jueves seguirán las negociaciones en Trabajo, en forma simultánea con las deliberaciones que mantienen en estas horas las cámaras empresariales.
De esta forma, el líder gremial cedió ante la firme decisión de la Casa Rosada de negarse a convalidar el aumento del 45% para marzo y abril (en dos tramos del 25% y del 20%), que superaba la pauta salarial del Ministerio de Economía y que, además, fue impugnado por cuatro cámaras del interior.
Pablo Moyano, secretario adjunto de Camioneros, había amenazado la semana pasada que este lunes no se iba a “mover ni una hoja ni una pluma en el país” si el Gobierno no homologaba el aumento, pero ese día dio marcha atrás y anunció que recién este jueves se decidiría una medida de fuerza en un plenario de 20.000 trabajadores presidido por su papá, Hugo Moyano. Incluso habló de lanzar un paro de 48 horas y más tarde dijo que podría resolverse una movilización a la Plaza de Mayo.
Para este jueves, además, Hugo Moyano había convocado a las cámaras empresariales a una reunión que debía hacerse a las 11, en la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, avenida Caseros 921. Por ahora, la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (Faetyl) y la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) están deliberando por separado para analizar el nuevo escenario que abrió para la paritaria.
Anoche, miembros de las cámaras se reunieron con Cordero luego de que este terminó de hablar con Moyano en la Casa Rosada. Hasta ahora, la idea sería que el convenio no homologado quedaría en un limbo legal y se firmaría otro acuerdo salarial por cuatro meses, marzo-junio, en porcentajes aún no definidos, pero que deberían adaptarse al esquema oficial de pactar por la inflación futura.
Entre los empresarios aseguran que el nuevo acuerdo que se explora no incluirá, a diferencia del anterior, ningún aporte extraordinario del sector patronal destinado a la obra social de Camioneros (el anterior fijaba una suma de 10.000 pesos mensuales por trabajador), uno de los puntos que originó la impugnación de cuatro entidades de FADEEAC (Córdoba, Santiago del Estero, Mendoza y San Juan) que consideraron que en el convenio firmado con el sindicato se incorporaron “de manera inconsulta” el pago de adicionales y de un aporte extraordinario para la obra social que “terminan favoreciendo a las grandes empresas y afectan a todas las pymes del país”.
El conflicto con Camioneros se convirtió en un caso testigo para el Gobierno en su decisión de no convalidar aumentos que superen la inflación prevista. Ante la amenaza de Pablo Moyano de parar este lunes, el ministro de Economía, Luis Caputo, le advirtió el viernes que no homologarán la paritaria y se preguntó: “¿Por qué vas a homologar algo que no tiene ningún sentido?”.
“(La Secretaría de Trabajo) Lo va a homologar en tanto le parezca razonable -aseguró Caputo en una entrevista con LN+-. Si homologa el 25% de suba en febrero cuando la inflación fue del 13, o de 20% en marzo cuando la inflación va a ser 10, bueno, el próximo que venga puede decir ‘yo también quiero, dame 30 en abril, dame 40 en mayo’. Vos tenés que dar algo que sea razonable y compatible con lo que estás haciendo. Es parte del equilibrio general”.
Mientras,como anticipó Infobae,el Gobierno encontró esta semana una fórmula que puede destrabar las paritarias que hayan superado la pauta definida por el Ministerio de Economía: en la Secretaría de Trabajo confirmaron que finalmente homologarán el aumento del 45% otorgado en febrero al Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), hasta ahora sin convalidación oficial, ante la decisión del gremio de pactar incrementos del 10% para marzo y del 4% para abril, que están en sintonía con las previsiones inflacionarias descendentes.
“Más allá de las diferencias políticas, destacamos el gesto del sindicato de acompañar el camino de una inflación a la baja”, afirmó a Infobae un vocero oficial acerca de la paritaria bimestral firmada por Víctor Santa María, titular del SUTERH, y la Unión de Administradores de Inmuebles, la Cámara de la Propiedad Horizontal y la Asociación Inmobiliaria de Edificios de Renta y Horizontal.
La CGT llevó este miércoles a la Casa Rosada su queja por la no homologación de algunos aumentos, mientras que el Gobierno les pidió “paciencia” y un “acompañamiento durante 2 o 3 meses” con acuerdos salariales que no superen la inflación prevista, para lo cual garantizaron, a través de Cordero, que se acelerará el ritmo de las homologaciones que se acumulan sin aprobar.
Los dirigentes cegetistas advirtieron que negocian las paritarias con “responsabilidad” y que “los salarios no son el tema central de los problemas macroeconómicos de la Argentina”, por lo cual rechazaron la demora de Trabajo en homologar algunos acuerdos. Cordero explicó que recién ahora pudo completar su equipo y así empezar a ponerse al día con las homologaciones. “Ahora se está normalizando todo”, les aseguró. Pero allí fue cuando intervino Hugo Moyano para quejarse de que su paritaria sigue sin homologarse. Fue el único caso concreto que surgió y el único que finalmente consiguió una atención personalizada del secretario de Trabajo. Ahora, se está explorando una solución parea Camioneros que puede servir para encaminar otros conflictos salariales.