El albañil de 40 años, quien había sido excluido del hogar y tenía una restricción de acercamiento, la esperó en la puerta de su casa.
Una santiagueña de 38 años y sargento de la Policía Bonaerense, oriunda de la localidad de Las Cañitas, ubicada a unos 15 kilómetros de Sumampa, departamento Quebrachos, fue asesinada de un disparo en la ciudad veraniega de Villa Gesell, donde vivía y prestaba servicios en el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de la citada fuerza de seguridad. El femicida fue su expareja, un albañil de 40 años, también santiagueño y oriundo de Sumampa, quien se sospecha se mató con la misma arma de fuego en el lugar.
El violento episodio sucedió en la intersección de avenida 27 y paseo 101, minutos antes de las siete de la mañana de ayer. La sargento Yanina Noemí Zárate acababa de llegar a su casa tras prestar servicio adicional en un hotel de Cariló. La santiagueña había salido una hora antes de su trabajo porque sus hijas habían quedado al cuidado de una tía.
En la puerta de su domicilio la esperaba Gustavo Juárez, con quien tenía dos hijas en común.
De acuerdo con las estimaciones policiales, tras una discusión se produjo un forcejeo entre el hombre y la mujer, que terminó cuando Juárez logró quitarle el arma reglamentaria —una pistola Glock calibre 9 milímetros— a la uniformada y le disparó sin dudar. Seguidamente, el femicida usó la misma arma para al parecer suicidarse en ese domicilio donde estaban las hijas de ambos, de 13 y 8 años.
La que encontró los cuerpos sin vida fue la menor de 13 años, quien llamó al 911 para contar que creía que sus padres estaban muertos y de inmediato llegó al lugar personal de la Comisaría Cuarta de Villa Gesell y una ambulancia, cuyo médico constató el deceso de ambos.
Trascendió que un compañero de Zárate les habría contado a los investigadores que la víctima había mantenido, horas antes, una discusión telefónica con su expareja vinculada con la tenencia de los chicos. Se supo que sobre el albañil pesaban medidas de exclusión del hogar y prohibición de acercamiento desde octubre de 2024 por violencia de género. Se investiga el contenido de los celulares para determinar si hubo alguna amenaza, que podría haber vinculado a sus hijas, que provocó que pidiera salir una hora antes del servicio adicional.
En el lugar trabajó la Policía Científica e interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 4 de Pinamar, a cargo de Juan Pablo Calderón, del Departamento Judicial Dolores.
Juárez visitó solo a sus familiares de Sumampa durante la última Navidad
A Gustavo Juárez lo conocían en Sumampa como “Carolo”. Era albañil y vivía en el barrio Ferroviario, donde se afincaron las familias de empleados que trabajaron en el exferrocarril, como su padre. Durante un tiempo, el hombre de 40 años fue empleado de la Municipalidad local, antes de buscar nuevos horizontes en Buenos Aires. En Villa Gesell se desempeñaba como albañil y era contratado frecuentemente para trabajar en obras de construcción.
Se supo que durante la Navidad pasada había visitado Sumampa para festejar una de las fiestas de fin de año con sus padres y hermanos. Anduvo solo y se lo vio en uno de los bares, donde habría bebido cerveza.
En tanto, Yanina Zárate vivió su infancia y parte de su juventud en la localidad de Las Cañitas, a 15 kilómetros de Sumampa. Cada tanto regresaba con su familia a su tierra natal y le gustaba visitar el viejo santuario de la Virgen de Sumampa, dar gracias ante la imagen mariana, subir al cerro y fotografiarse con el templo de fondo.
Los hermanos de Yanina viven actualmente en Sumampa, donde tienen un lavadero de autos, aunque el resto de sus familiares siguen en Las Cañitas.
La noticia del trágico desenlace ocurrido ayer en Villa Gesell sumió en la conmoción a Sumampa y a los familiares de las víctimas.