En la previa de la convocatoria del mandatario brasilero a sus pares regionales, que se reunirán en el vecino país el 30 de mayo para revivir la Unasur, el expresidente uruguayo le propuso acciones para fortalecer la unión suramericana y no repetir “errores del pasado”.
En vísperas del encuentro con mandatarios de la Unasur que se prevé realizar en Brasilia el próximo martes que organiza el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, el expresidente uruguayo José «Pepe» Mujica le envió una carta personal en la que lo convoca a construir una «mística» de la integración regional y a no repetir “errores del pasado”, a la vez que propuso acciones para fortalecer la unión suramericana.
Da Silva, prepara una cumbre con sus colegas sudamericanos para el 30 de mayo en Brasilia, con el fin de revivir la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) como un mecanismo regional influyente, según informó a fines de abril el diario O Globo.
La información señaló que la convocatoria es a una reunión con formato de «retiro» en Brasilia, con menos formalidades, delegaciones restrictas y más intimidad para conversar entre los jefes de Estado de la región.
«Quiero desearle éxito a tu iniciativa con los Presidentes de nuestra región. Me parece importante la creación de un espacio de encuentro, conocimiento mutuo, diálogo y reflexión, que bien has llamado ‘Retiro’. A las reuniones presidenciales generalmente las llaman ‘Cumbres’, pero no existen cumbres sin montañas donde apoyarse. Esas montañas son nuestros pueblos», dice Mujica en su carta al «querido compañero presidente».
Para Pepe Mujica, el exguerrillero tupamaro que gobernó Uruguay entre 2010 y 2015, ese encuentro es una «oportunidad histórica» para «construir cercanía en nuestra región para hacernos oír a nivel internacional», porque «las grandes decisiones que mueven al mundo se toman en otras partes, lejos de nuestra mesa».
El líder uruguayo, de 88 años, calificó a los mandatarios de la región como un «puñado de luchadores sociales y políticos» que cargan «con más de un siglo de cárcel y exilio, décadas de experiencia en gobiernos nacionales y en organizaciones sociales, vidas enteras dedicadas a mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos».
«Pero llevamos dos siglos de fracasos intentando una integración regional, desde aquel sueño bolivariano de un conjunto de repúblicas confederadas, que quedó olvidado en el tiempo. Tenemos suficiente experiencia como para no repetir nuestros mismos errores del pasado«, advirtió.
«No alcanza con unirnos, debemos caminar juntos, y si en ocasiones no es posible, las puertas deben estar abiertas para salir y para volver cuando sea posible», porque «trabajamos para apoyarnos y defendernos. No son cuestiones de izquierda, de derecha o de centro, sino de ser desarrollados o no», agregó.
Las claves del mensaje de Mujica a Lula
En la carta, difundida entre otros por Montevideo Portal, agrega dos temas de organización que Mujica considera útiles.
Uno es conseguir una comunicación «fluida y frecuente» entre los presidentes «para que hablen directamente con sus pares cuando lo consideren pertinente», lo que debe complementarse con una persona por cada país designada específicamente para seguir de cerca esos vínculos, completó.
«Nuestros representantes en foros internacionales deben llevar posiciones y propuestas acordadas previamente para dar el mensaje de que somos una región que cuida sus intereses comunes. Es deseable que nuestros presidentes incorporen alusiones a la región en cada discurso a nivel nacional e internacional», propuso.
También pensó Mujica en «potenciar la solidaridad continental y despertar el sentimiento de pertenencia que represente «las necesidades, los valores y deseos de nuestros pueblos».
Puso como ejemplo la creación de «una plataforma permanente de respuesta regional rápida frente a desastres naturales; mejorar la integración energética y de las infraestructuras regionales; tener en la mira la industrialización y la complementación productiva como región. Dinamizar el comercio creando formas concertadas para las transacciones con nuestras propias monedas, acordar mejores mecanismos de aduana así como la necesaria armonización sanitaria y fitosanitaria».
«Son ejemplos de metas alcanzables. Partir de lo posible para llegar a lo deseable, promover proyectos que podamos realizar. Para ello contamos con una herramienta fabulosa como es la CAF en tanto banco de desarrollo», agregó, y destacó como temas trascendentales «la protección del agua dulce y la defensa de la naturaleza».