Tenía 78 años y una carrera frondosa en el cine europeo. Pareja del director Luchino Visconti, durante décadas fue un personaje muy polémico.
Helmut Berger, uno de los actores que más trabajó con el reconocido director de cine italiano Luchino Visconti, murió a los 78 años en Austria, el país donde nació.
A Berger se lo conocía por una gran cantidad de películas que se hicieron en la era dorada del cine italiano, entre los 60 y los 70. En esa época se le puso el mote de ser “el hombre más lindo del universo”, por los rasgos que mostraba. El actor fue pareja de Visconti.
El actor austríaco, políglota y durante mucho tiempo famoso por la belleza de sus rasgos, es conocido por sus actuaciones en La caída de los dioses, de 1969, -por la que fue nominado a un Globo de Oro- y Luis II de Baviera, de 1973, con Romy Schneider y dirigida por Visconti.
Acostumbrado a papeles aristocráticos ante la cámara de su mentor, Berger también rodó bajo la dirección de Vittorio de Sica El jardín de los Finzi Contini, en 1970. Mantuvo una larga relación amorosa con Visconti hasta su muerte en 1976, después de la cual quedó relegado a cierto olvido.
En su autobiografía de 1998, Berger narró en primera persona ese camino oscuro que lo llevó a lo peor de la fama: las adicciones a las drogas duras, las peleas por relaciones escandalosas y varios papelones más. “En la misma cama que Mick Jagger” o “Serví a Fellini”, son algunos de los capítulos más polémicos de su obra.
En los años 80, su comportamiento errático había estancado su carrera cinematográfica y encontró trabajo como estrella invitada en nueve episodios de la exitosa telenovela estadounidense Dinastía, que también tuvo éxito en la Argentina.
Luego de esos años, tuvo algunos trabajos más. Interpretó a un banquero corrupto en El Padrino 3 (1990), de Francis Ford Coppola, y actuó en Saint Laurent, de Bertrand Bonello, en el papel del diseñador Yves Saint Laurent anciano, uno de sus últimos trabajos.