«Lamentablemente, a día de hoy, tenemos información fiable de que no ha llegado ninguno de los 200.000 refugiados de Mariúpol ni los 15.000 de Volnovaja a los corredores humanitarios abiertos», afirmó el jefe del Centro de Gestión de la Defensa Nacional eslavo.
Desde el Ministerio de Defensa de Rusia denunciaron este sábado que unidades de nacionalistas ucranianos no dejan salir a la población civil local y a los ciudadanos extranjeros de las ciudades de Mariúpol y Volnovaja (región de Donbass) a través de los corredores humanitarios acordados.
El mensaje llega poco después de que Rusia anunciara esta misma jornada un alto al fuego temporal y la apertura de las vías humanitarias acordadas con Ucrania para garantizar la salida de civiles de dichas urbes. En Vietnam una pareja adopta perros enfermos, abandonados y destinados a mataderos y restaurantes
«Lamentablemente, a día de hoy, tenemos información fiable de que no ha llegado ninguno de los 200.000 refugiados de Mariúpol ni los 15.000 de Volnovaja a los corredores humanitarios abiertos», afirmó el jefe del Centro de Gestión de la Defensa Nacional, el coronel general Mijaíl Mízintsev.
El alto cargo detalló que los corredores humanitarios se abrieron «diariamente» en dirección de dichas ciudades, así como en el caso de Járkov y Sumy, pero que «batallones nacionalistas impiden categóricamente» los intentos de civiles de salir en dirección a Rusia, precisa Actualidad RT.
En paralelo, Mízintsev señaló que el monitoreo de la situación con el uso de drones demostró que los militares ucranianos se aprovechaban de la tregua para reagruparse en sus posiciones defensivas en todo Mariúpol, así como para desplazar el material bélico a posiciones más ventajosas. «Una situación similar se observó en Volnovaja. La pausa operativa se ha utilizado solo para mejorar la situación de los batallones nacionales y aumentar sus fuerzas y medios», sostuvo.
«¿Cómo calificar todo esto? A primera vista es una provocación, una mentira, un engaño, pero en esencia se trata de una traición al propio pueblo, utilizado como ‘escudos humanos’ para los actos criminales de los nacionalistas. El Gobierno ucraniano también está involucrado con actos vandálicos», aseveró el alto militar.
Ante estaos hechos el Ministerio no descarta la posibilidad de una catástrofe humanitaria a gran escala, dado que la situación sigue agravándose. Mientras, «todo Occidente y las organizaciones internacionales» hacen la vista gorda ante «la extrema situación de la gente».
Ciudadanos extranjeros y el crimen desenfrenado
Mízintsev comunicó también que hay unos 5.000 extranjeros retenidos como prisioneros por los milicianos de batallones nacionalistas. En particular, en la ciudad de Járkov todavía hay hasta 1.500 estudiantes indios. Mientras, un grupo de estudiantes pakistaníes fue golpeado por los radicales de la llamada Defensa Territorial cuando intentaban salir por un puesto de control en la ciudad de Sumy.
«Además, han aumentado los casos de discriminación de los derechos humanos por motivos de raza. Los activistas nacionalistas impiden la evacuación de extranjeros, especialmente los de piel oscura […]», informó el alto cargo.
En paralelo, en Ucrania se observa un nivel de delincuencia desenfrenado, agravada por la decisión de las autoridades de distribuir armas de fuego de forma indiscriminada. «El país se vio inundado por una ola de saqueo y de pillaje. El pueblo ucraniano está intimidado, las atrocidades nazis se han vuelto omnipresentes», denunció.
Evacuación y ayuda humanitaria
Desde el inicio del operativo militar más de 156.000 de personas, incluidos más de 40.000 niños, fueron evacuados desde las zonas afectadas por el conflicto.
Además, Rusia suministró un total de 497 toneladas de ayuda humanitaria. En particular, para este sábado está previsto repartir 60 toneladas de objetos de primera necesidad, medicamentos y alimetnos en las provincias de Kiev, Járkov, así como en el territorio de la República Popular de Donetsk.
En este sentido, desde el Ministerio instaron a Occidente a frenar «el flujo de mentiras con motivación política» sobre la situación humanitaria en Ucrania, al tiempo que exhortaron a la comunidad internacional a «participar activamente en los esfuerzos para obligar al régimen de Kiev a cumplir las normas de trato humano de los civiles».