El DT del Ferro entró en la historia grande del fútbol de Santiago del Estero. El informe en la nota.
La historia de Omar De Felippe, entrenador de 62 años, es mucho más que una trayectoria futbolística marcada por logros y desafíos. Es la historia de un hombre que, tras sobrevivir a la Guerra de Malvinas, encontró en el fútbol una razón para seguir adelante. En 2024, ese mismo deporte le permitió hacer historia al llevar a Central Córdoba a su primer título: la Copa Argentina, y asegurar la participación del equipo en la próxima Copa Libertadores.
Nacido en Mataderos el 3 de abril de 1962, De Felippe enfrentó uno de los momentos más oscuros de la historia argentina. A los 19 años, como parte del Servicio Militar Obligatorio, fue enviado a las Islas Malvinas durante el conflicto bélico con Reino Unido en 1982. Allí convivió con la muerte, perdió compañeros en combate y vivió situaciones traumáticas que le tomaron años procesar. «El fútbol me salvó la vida», admite con frecuencia, recordando cómo el deporte le devolvió la motivación tras esa experiencia devastadora.
De Malvinas al fútbol profesional
Tras regresar de la guerra, De Felippe inició su carrera futbolística en las divisiones inferiores de Huracán, aunque no logró destacarse como jugador profesional. Su verdadera vocación surgió fuera del campo, donde comenzó como ayudante técnico de figuras como Ricardo Zielinski y Julio César Falcioni. Su debut como entrenador principal llegó en 2009 con Olimpo de Bahía Blanca, equipo al que ascendió a Primera División en 2010 y con el que logró la mejor campaña de su historia en 2011.
De Felippe se consolidó como un técnico con capacidad para enfrentar grandes desafíos. En 2014, devolvió a Independiente a Primera en un momento crítico del club. También dejó huella en Quilmes, donde consiguió otro ascenso, y en Emelec de Ecuador, equipo con el que ganó un tricampeonato nacional.
Sin embargo, no todas fueron experiencias exitosas. Pasó por ciclos irregulares en Vélez, Newell’s, Platense y Atlético Tucumán, hasta llegar en 2023 a Central Córdoba, equipo que le brindaría una nueva oportunidad de trascender.
El renacer de Central Córdoba
En su segunda etapa al frente del equipo santiagueño, De Felippe enfrentó un panorama adverso: un plantel renovado casi por completo, la necesidad de obtener resultados inmediatos y la urgencia de alejarse del fondo de la tabla. Pese a las dificultades, logró construir un grupo sólido que acumuló 13 partidos invictos, incluidas siete victorias consecutivas, y alcanzó la final de la Copa Argentina.
En esa instancia, Central Córdoba venció 1-0 a Vélez y se consagró campeón por primera vez en su historia. «Es solo fútbol», dice con humildad De Felippe, quien entiende como pocos el verdadero peso de esas palabras. Sin embargo, también reconoce el valor simbólico de este logro: «Es un premio muy grande, la oportunidad de crecer para el club. Entramos en la historia de una institución y una provincia muy humilde».
Más allá de los títulos y las estadísticas, la figura de Omar De Felippe simboliza resiliencia, humildad y superación. Su historia como veterano de guerra y como técnico exitoso lo convierten en un referente no solo para Central Córdoba, sino para todo el fútbol argentino. Mientras prepara al equipo para enfrentar la Copa Libertadores, su ejemplo sigue inspirando a quienes ven en él a un verdadero héroe, tanto dentro como fuera de la cancha.