En AM750, el magistrado remarcó que la persecución judicial contra la vicepresidenta está en realidad dirigida «a una parte de la población». «Alberto Fernández puede agarrar su lapicera y terminar con este asunto en 10 minutos», sentenció.
El juez Juan María Ramos Padilla sostuvo este lunes que el indulto terminaría con la condena y la proscripción de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
En diálogo con AM750, el magistrado analizó las declaraciones del Papa Francisco en las que aludió que «el lawfare empieza por los medios de comunicación» y llamó a la clase política a «desenmascarar una Justicia que no es justa».
«El Papa fue piadoso en su definición, yo creo que son delincuentes porque estos jueces saben lo que hacen«, expresó.
En esos términos, señaló que «la condena y la proscripción a Cristina (Kirchner) se termina con un indulto. Alberto (Fernández) puede agarrar su lapicera y terminar con este asunto en 10 minutos», sentenció.
Y agregó: «Mi opinión es que (el Presidente) no lo hace porque cree que es un profesor de materia penal. El indulto no es una cuestión de Medioevo, como dice él«, remarcó.
Asimismo, dijo que el indulto no necesita «ni el permiso ni la conformidad del indultado», sino que sirve «para cuando los jueces no logran hacer justicia».
«Además, un Presidente no debe basarse en la biblioteca a la que él adhiere como jurista, tiene que pensar en las razones de Estado, porque acá no se la condena a Cristina (Kirchner), se condena a una parte de la población a no poder elegir al candidato que quiere«, insistió.
Camino a la jefatura de Gobierno
Juan Ramos Padilla recibió un ofrecimiento del partido Unidad Popular, del economista y exfuncionario Claudio Lozano, para ser precandidato a jefe de Gobierno porteño y competir en las PASO del Frente de Todos.
El juez indicó que está «dispuesto a todo» y que «la única que puede gobernar el país, les guste a quien le guste, es Cristina Kirchner, despues del tratado con China y Rusia y con la complejidad que va a tener el año que viene».
Por esto, «quien sea Jefe de Gobierno tiene que empezar a sacar toda la mugre que hay ahí que se ha acumulado en estos 16 años», en alusión a las casi dos décadas de administración del PRO.
Por último, con respecto a su precandidatura, apuntó a que «las conversaciones están cerradas» si él no puede manejarse sin «condicionamientos».