Milei ya anticipó lo que hará, pero la Constitución Nacional autoriza a las dos Cámaras a revertir esto si junta dos tercios. El complicado escenario para el Gobierno.
Después de la media sanción que obtuvo el proyecto de ley de Movilidad Jubilatoria en Diputados -y que fue girado al Senado-, la tensión volvió a avivarse este miércoles ante el anuncio de que Javier Milei vetará la iniciativa si se aprueba.
Durante su discurso de clausura en el Latam Economic Forum 2024, celebrado en Parque Norte, el presidente Milei enfatizó su postura: “Cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran ir a romper el equilibrio fiscal, se los dije antes, lo digo ahora: les voy a vetar todo, me importa tres carajos”.
Pero pese al deseo irrenunciable del Presidente, la herramienta del veto tiene un límite fijado por la Constitución. “Desechado en todo o en parte un proyecto por el Ejecutivo vuelve con sus objeciones a la cámara de origen. Esta lo discute de nuevo y si se confirma por mayoría de dos tercios de los votos, pasa otra vez a la cámara de revisión. Si ambas Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el proyecto pasa al Ejecutivo para su promulgación”, explica la Carta Magna.
¿Qué significa? Que si Milei veta la Movilidad Jubilatoria, el proyecto va a volver a Diputados. Si la cámara Baja no acepta el veto y junta dos tercios a favor, la iniciativa se moverá al Senado. Si en el Senado se repite el mismo escenario, el Ejecutivo deberá promulgar la ley.
La mayoría lograda por la Cámara de Diputados, 160 votos a favor, 72 en contra y ocho abstenciones, hace imaginar que, con una aprobación del Senado con un escenario aun más adverso para LLA, puedan rechazarlo con las mayorías que establece la Constitución Nacional.
Otra jornada intensa
Este miércoles, la Comisión de Previsión Social, encabezada por Gabriela Brouwer de Koning (UCR), respaldó el proyecto que se aprobó y que prevé la recomposición del 8,1% de las jubilaciones y pensiones que tendrá un costo presupuestario del 0,43 % del PBI.
El diputado Fernando Carbajal, del ala dura del radicalismo, entendió que “la Cámara demostró tener musculatura legislativa para impedir esto (el veto), porque hubo dos tercios de los votos, pero lo importante es que el presidente tome nota de la necesidad de esta ley”.
“Lo que hizo el Congreso fue por la omisión del Gobierno de proponer una fórmula de actualización racional y previsible y pretender dejar esto en sus manos. Espero que reflexione, le hemos dado una herramienta al Estado para dar previsibilidad a la economía y que esto quede en una bravuconada”, apuntó Carbajal.
En cambio, en la oposición más cercana a los libertarios, el diputado PRO Damián Arabia, se paró en la vereda de enfrente: “Le pedí públicamente (a Milei), que si esta iniciativa pasa el Senado, la vete. Él tiene una responsabilidad asumida con los argentinos que es bajar la inflación, para eso tiene que terminar con el déficit como está haciendo, con mucho esfuerzo, el gobierno y la sociedad”.
De esta manera, agregó: “Este Congreso en seis meses no le aprobó una ley al gobierno, pero en 15 días se pusieron de acuerdo (UxP, UCR y Hacemos Coalición Federal) para hacerle un agujero fiscal sin explicar de dónde va a salir el dinero, para mí está perfecto que vete la ley“.
Desde la izquierda, el diputado Cristian Castillo dijo que “se abstuvieron, pero en caso de veto votarán a favor del rechazo, ya que no están a favor de este poder de monarca que quiere usar Milei, que evita que tengan una módica recomposición en sus haberes los jubilados”.
El veto es una herramienta constitucional que tiene el Poder Ejecutivo. Es el que utilizó, la entonces presidenta Cristina Kirchner, para rechazar la decisión del Congreso que aprobó en el 2010 una ley del 82% móvil para los jubilados y pensionados.
En el 2018, el expresidente Mauricio Macri, también utilizó la herramienta del veto contra la ley que sancionó el Parlamento que le puso un tope a los aumentos de tarifas en los servicios públicos.