El padre no pudo subir al papamóvil pese a la ayuda de sus asistentes.

Este miércoles en la ciudad del Vaticano se hizo visible la condición delicada que transita el papa Francisco debido a sus múltiples problemas de salud.

El papa celebró este miércoles su audiencia semanal en la Plaza San Pedro, realizada al aire libre por primera vez en el año, a pesar del frio. Pero como en otras ocasiones ocurrió, un asistente fue el que leyó el discurso.

Al retirarse de la audiencia, el pontífice solicitó la ayuda de su asistente para que lo ayudara a ingresar al vehículo y no pudo subirse al vehículo, ni siquiera sujetándose a las barandas. Sus ayudantes rápidamente le acercaron la silla de ruedas para que se sentara. Saludó a la multitud antes de ser sacado de la plaza.

El pasado miércoles, Francisco fue al hospital para pruebas diagnósticas no especificadas y cuyos resultados no han sido dados a conocer aún. En los últimos meses ha padecido gripe y bronquitis, según han expresado el Vaticano y el mismo papa argentino.

Ya su salud viene afectada desde hace tiempo. A finales el año pasado, se le hicieron análisis a Francisco que descartó una neumonía, pero aun así tuvo que cancelar su viaje al Golfo Pérsico por una bronquitis aguda infecciosa.

Su movilidad se ve afectada por la inflamación de los ligamentos que a partir del 2022 lo llevó a usar una silla de ruedas. Pero por lo general, ha podido caminar un poco con ayuda de un bastón o de un andador, luego que sus asistentes lo ayudan a ponerse de pie. También hay que tener en cuenta que el padre ya tiene 87 años por lo que su salud es más frágil.

Y esto sumado a que de joven, se le extirpó parte de un pulmón a raíz de una infección respiratoria, y con frecuencia habla en voz baja, incluso cuando no está enfermo. En 2021, se le extirpó parte del colon y el año pasado fue operado para reparar una hernia abdominal y sacarle tejido cicatrizado intestinal.

Todavía se esperan los resultados de los análisis que se realizó el 28 de febrero.