El ex presidente regresó a Madrid después de la fugaz visita que hizo para acompañar a Javier Milei. “Lo llamaron para que estuviera en la vigilia, viajó 15 horas, vino y lo dejaron tomando frío”, dijeron.
Mauricio Macri no esperó. Retomó hoy mismo las actividades personales que desarrolla en Madrid y dejó atrás la experiencia que vivió en la fugaz visita a San Miguel de Tucumán. Estuvo en todo momento rodeado por un grupo de diputados y dirigentes con los que se referencia ahora y no transmitió enojo. Pero en el PRO crece el malestar por el trato que recibió el ex presidente en la gélida vigilia del 9 de Julio en la que se firmó el Pacto de Mayo.
“Lo llamaron, estuvo 15 horas volando para dar un gesto de apoyo y compromiso con el rumbo del gobierno y lo dejaron dos horas tomando frío, no lo invitaron a firmar el Pacto de Mayo y ni siquiera tuvieron la delicadeza de convocarlo para la foto que se sacaron Milei, la hermana y los gobernadores”. Frases de ese tenor -y otras peores- recogió Infobae desde esta mañana en el partido que le aportó al oficialismo votos decisivos en Diputados y el Senado para aprobar la Ley Bases y el paquete fiscal, publica Infobae.
Mauricio Macri recibió el viernes un llamado del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para que estuviera presente en la firma del Pacto de Mayo. Milei había invitado a todos los ex mandatarios y, por rechazo político -Cristina Kirchner y Alberto Fernández- y cuestiones personales -Isabel Perón y Eduardo Duhalde- sólo el breve Adolfo Rodríguez Saá se había anotado. Era clave su presencia también porque sería un mensaje político de respaldo, en medio de las escaramuzas con la ministra Patricia Bullrich por el control del partido.
“El PRO tenía que estar presente porque comparte los diez puntos del Pacto de Mayo y porque está comprometida con un cambio profundo. La ausencia de Mauricio (Macri) podía ser un mal mensaje, por eso decidió estar. Se subió a dos aviones y vino de manera generosa y sin pedir nada a cambio”, contó una alta fuente del PRO que estuvo en la capital de Tucumán.
El ex presidente viajó con un vuelo privado que compartió, entre otros, con el jefe de gobierno, Jorge Macri, el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, y los diputados María Eugenia Vidal, Diego Santilli y el flamante presidente de la Asamblea del PRO, Martín Yeza, que enfrentó a Bullrich. De ese grupo trascendió que en el vuelo de regreso Macri se refirió de manera crítica al frío que pasó, a lo extenso del acto y a la sorpresa por no haber tenido participación en la firma. “No estaba enojado y hablamos de varios temas, pero no se quejó”, dijeron a Infobae participantes de ese viaje.
Lo cierto es que, apenas terminó el acto, emitió un mensaje por su cuenta de X, en el que redobló su respaldo al acuerdo firmado dentro de la Casa Histórica: “Por mi nieto, mis hijos y los hijos de todos los argentinos, espero que hoy sea el principio del fin de esta eterna decadencia que ha producido corrupción y empobrecimiento en nuestro país. Confío en que la mayoría de las autoridades que firmaron este compromiso con el futuro lo hayan hecho de verdad, con una profunda y honesta convicción de cambiar. Si es así, podemos mirar hacia adelante y tener fe en que la democracia y la libertad nos llevarán a nuestro destino”.
Malestar en el PRO
Pero más allá de los gestos públicos, el malestar quedó latente. “Es el aliado principal que tiene el gobierno. Actúan extraño”, manifestaron hoy en el entorno de Macri, cuando el avión que lo devolvía a Europa ya estaba en vuelo. Es que Macri vino desde Londres -estuvo siguiendo el torneo de Wimbledon- por pedido expreso del Gobierno. Infobae supo el fin de semana que incluso intercambió chats con altísimos funcionarios de Casa Rosada sobre su presencia frente a la Casa Histórica, por eso la sorpresa.
El creciente celo que hay en torno a Milei y su imagen -la transmisión televisiva y las fotografías de las actividades del Presidente son monopolizadas por el Gobierno- suponen que ningún detalle de todo el evento que se viene preparando hace semanas estuvo librado al azar. ¿Quién decidió excluir a Macri de esa foto de familia que está proyectada para la historia?
Una de las voces que públicamente se expresaron después del acto de anoche frente a la Casa Histórica fue la de Jorge Macri. “El gesto de que la mayoría de los gobernadores hayamos estado ahí es valioso y mi deseo es que esto ayude a que sea un nuevo punto de partida, donde ya no sólo sean relevantes y exitosos los números macros, sino que la economía del día a día de la Argentina mejore”.
Y puso como ejemplo las palabras que pronunció en el Tedeum en el que participó Milei y encabezó el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva: “Esta es una Argentina que duele, donde la gente está esperando sanar. Es una Argentina doliente, y creo que todos los que estuvimos ayer, más allá de las diferencias que podamos tener, tenemos una profunda voluntad de que la Argentina esté mejor (…) Hay algo que para mí es central: un líder tiene que tener la certeza del rumbo, pero también entender que el ritmo de la marcha lo define el último de la fila”.
La mención de Jorge Macri no es casual. Es que el ex presidente había tenido la semana pasada una fuerte declaración que pareció anticipar una ruptura. Por redes sociales emitió un fuerte reclamo para que el gobierno de Milei cumpla el fallo de la Corte Suprema que ordena devolverle a la ciudad de Buenos Aires el dinero de la coparticipación federal que fue unilateralmente desviado por la última gestión kirchnerista. Esa declaración y el informe de la Fundación Pensar, donde aparecieron párrafos muy críticos sobre el rumbo económico, alentaron las sospechas de una inicial diferenciación.
La presencia del presidente Mauricio Macri apuntaba a construir una narrativa contraria al distanciamiento. “Que no hayan más dudas sobre nuestro compromiso concreto ni simbólico. Pero también, la presencia del PRO, con el presidente del partido a la cabeza, fue un mensaje clarito: no puede haber más excusas”, explicó a Infobae uno de los dirigentes que estuvo ayer con el ex jefe de Estado.
Los reclamos para que se presente algún plan de pagos o una oferta para regularizar los flujos de fondos que están cortados desde el gobierno kirchnerista repite lo que fue en el inicio de la gestión la integración de cuadros técnicos y políticos en las segundas y terceras líneas. Pedidos que no tienen respuesta ni destino.