Reconocen, sin embargo, amenazas y desafíos en cada rubro, que podrían cambiar el resultado final.
La disponibilidad de dólares de la economía argentina depende en gran medida de lo que anualmente aportan las exportaciones agroindustriales. Si bien desde que asumió el actual Gobierno, el Banco Central compró USD 8000 millones y achicó el rojo de reservas netas, medianamente superada la sequía, la agroindustria calcula cuántos dólares ingresarán en la presente campaña.
Hay coincidencias en que el ingreso será significativamente mayor que el del año pasado, pero hay amenazas que podrían cambiar las proyecciones a la baja y desafíos que, de ser resueltos, podrían aumentarlas.
Para 2024, recordó el economista Jorge Ingaramo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires pronosticaba la segunda mejor cosecha de la historia, con 136,4 millones de toneladas y, pese a la caída de los precios, el producto bruto industrial para cereales, oleaginosas y derivados alcanzaría USD 33.129 millones, con exportaciones creciendo hasta USD 11.112 millones y un total para el rubro de USD 34.341 millones.
Tras la ola de calor y la falta de lluvias de enero y los recortes en las proyecciones en los cultivos de soja y maíz, de 10,5% y 12%, respectivamente, que difundió la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), “habría que hacer una corrección en la estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, de una merma de aproximadamente el 8% en el aporte esperado”, lo que llevaría a un aporte de USD 30.500 millones, dijo Ingaramo, quien también destacó el aporte del agro a los superávits fiscal y comercial de enero. Este último, de USD 797 millones, corregido con los términos del intercambio de 2023, equivaldría a USD 1.240 millones, calculó Ingaramo. “Una vez más, el aporte del agro fue significativo: 55,4% más de dólares, contra solo 3,1% de las Manufacturas de Origen Agropecuario, pues todavía no ingresaron las cosechas de soja, maíz y girasol.
“Otra vez el agro salva a la economía argentina, aumentando su aporte de divisas, aun en condiciones climáticas desfavorables”, dijo Ingaramo. Es “difícil”, reconoció, pronosticar el resultado final de la cosecha gruesa, pero “seguramente” se recuperará “más de la mitad de los USD 18.748 millones que se perdieron el año anterior debido a la seca”.