El Sumo Pontífice hizo referencia a la desaparición del menor correntino, en medio de un discurso sobre la trata de personas y la explotación infantil en el mundo.
El papa Francisco recordó este miércoles la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de cinco años de la provincia de Corrientes, y dijo que “una de las hipótesis” es que haya sido víctima del tráfico de órganos.
Francisco dedicó este miércoles la catequesis de la audiencia general a “los cientos de millones de menores se ven obligados a trabajar”, muchos de ellos en “trabajos especialmente peligrosos”, “por no hablar de los niños y niñas que son esclavos de la trata para la prostitución, y de los matrimonios forzados”.
En este sentido, el papa contó a los fieles y peregrinos presentes en el Aula Pablo VI que “un niño llamado Loan ha sido raptado y no se sabe dónde está”, publica el sitio TN.
A continuación, explicó que “una de las hipótesis” es que fue víctima de trata de personas y tráfico de órganos. “Y esto se hace. Lo saben bien, esto se hace. Algunos regresan con la cicatriz, otros mueren. Por eso yo quiero recordar hoy a este niño, Loan”, indicó el Santo Padre sobre Loan, que desapareció hace ya casi siete meses.
“El maltrato infantil, sea cual sea su naturaleza, es un acto despreciable y atroz. No es simplemente una lacra de la sociedad y un crimen; es una gravísima violación de los mandamientos de Dios. Ningún niño debería sufrir abusos. Un solo caso ya es demasiado”, aseveró el Pontífice.
En noviembre, los papás de Loan, María Noguera y José Peña, le escribieron una carta al papa Francisco en la que le pidieron ser recibidos en el Vaticano para rezar por su hijo desaparecido.
En un pronunciamiento con motivo del día internacional de lucha contra la trata de personas, el 30 de julio de 2024, la Conferencia Episcopal Argentina se sumó al dolor por la desaparición de Loan, “y de otros niños, niñas y jóvenes, muchos de ellos sumidos en situaciones de empobrecimiento y vulneración de derechos”. “Cuando son niños y niñas, añadieron, quienes desaparecen ante nuestros ojos a causa de este flagelo la herida nos duele hasta el infinito”.
La última vez que se lo vio a Loan fue cuando recogía naranjas junto a otros chicos y tres adultos- Bernardino Benítez, tío del niño; Daniel “Fierrito” Ramírez, y su pareja, Mónica del Carmen Millapi- en una propiedad cercana a la casa de su abuela. Pasaron 216 días y todavía no existe ningún rastro ni prueba concreta que pueda indicar al menos cuál pudo haber sido su destino.
Caso Loan: las hipótesis que maneja la Justicia
Son apenas dos teorías las que manejan los investigadores y que permiten explicar cómo los criminales pudieron haberse llevado a Loan sin dejar rastros.
Una de ellas se mantiene firme desde el primer día y es en la que se sostiene la causa. Se trata de una presunta organización de trata de personas que pudo haber planificado el rapto de Loan para su posterior venta a una familia de otro país. Esa teoría no tiene sustento por la falta de pruebas o indicios.
La jueza Cristina Pozzer Penzo no descarta esa posibilidad y dejó en claro que siempre será investigada, sin embargo, todos los peritajes, análisis y declaraciones indagatorias y testimoniales no arrojan ni una sospecha para entender que los detenidos forman parte de una organización con semejantes características, ni que cometieron tal delito.
La otra hipótesis, que desde un comienzo fue analizada por los peritos tras los primeros indicios, es la del accidente y encubrimiento; y es la única teoría que en la actualidad puede sostenerse con todo lo analizado en el expediente.
Según esta teoría, Loan habría sido embestido por la camioneta en la cual viajaban María Victoria Caillava y Carlos Pérez, a unos 200 metros de la casa de la abuela de Loan y a la distancia mencionada anteriormente del naranjo, donde estaban Millapi y Ramírez.
Las sospechas son que Pérez y Caillava se llevaron al niño tras arrollarlo con la camioneta y Laudelina Peña, tía del menor, encubrió el hecho luego de ser amenazada por los protagonistas del accidente. En este sentido, Benítez, pareja de Laudelina, ayudó a encubrir y junto a su concubina plantaron la zapatilla del nene en determinado lugar para simular que se había extraviado en el medio del campo.
Siempre bajo esta hipótesis, el comisario Walter Maciel hizo la ‘vista gorda’ y le permitió al matrimonio Pérez y Caillava viajar hacia la provincia de Chaco, horas después del hecho. En ese trayecto podrían haber aprovechado para descartar el cuerpo de Loan.