Punta del Este: Encuentran al argentino que se había tirado al mar para salvar a una mujer

Punta del Este: Encuentran al argentino que se había tirado al mar para salvar a una mujer

Después de cinco días de búsqueda, la policía de Uruguay pudo recuperar el cadáver del tatuador, Franco Toro.

Después de cinco días de intensa búsqueda, la Prefectura Naval de Uruguay confirmó este domingo el hallazgo del cuerpo de Franco Toro, el tatuador argentino que desapareció tras arrojarse al mar para salvar a una mujer que se ahogaba en Punta del Este.

El cuerpo fue encontrado al mediodía en la zona conocida como “La Olla”, a unos 700 metros del lugar donde desapareció y a 1.500 metros de la costa. Cerca de las 13 horas, un equipo de Prefectura trabajó en la recuperación del cuerpo en la parada 3 de Playa Brava, entregándolo posteriormente a la fiscalía para continuar con las diligencias legales correspondientes.

Cinco días de búsqueda interrumpida por el clima

La búsqueda de Franco Toro comenzó el 1° de enero, tras su desaparición en las aguas de Playa Brava. Durante cinco días, las autoridades desplegaron un operativo que incluyó rastrillajes con lanchas, buzos, cuatriciclos y un raid aéreo.

Las condiciones climáticas adversas, con ráfagas de viento de más de 50 kilómetros por hora, obligaron a interrumpir los esfuerzos en algunos momentos. Sin embargo, al amanecer de este domingo, los equipos retomaron la búsqueda en un área ampliada, alcanzando un perímetro de cinco kilómetros desde la parada 15 de La Brava hasta Punta Salinas.

El paso del tiempo llevó a las autoridades a asumir que el joven de 29 años, oriundo de Argentina, ya no podría ser rescatado con vida.

Un sacrificio altruista en el inicio del año

Franco Toro desapareció al amanecer del 1° de enero mientras intentaba salvar a una mujer en peligro de ahogarse. Aunque la mujer logró sobrevivir, él fue arrastrado por la corriente y no logró salir del agua.

Un sueño interrumpido

El viaje a Punta del Este tenía un propósito claro para Franco: reunir dinero junto a su novia, Georgina, para cumplir el sueño de viajar a Europa. Trabajaban como camareros durante la temporada alta, aunque también buscaban hacerse un lugar en el rubro del tatuaje, su verdadera pasión.

Facundo Sánchez Sosa, amigo de Toro, compartió con Clarín:

“Estaban contentos, con ganas de cumplir sus metas. Aunque les costó encontrar trabajo como tatuadores, no se rendían”.

Franco había adquirido una máquina nueva de tatuar antes de emprender el viaje, ilusionado por las oportunidades que podría encontrar.

Un héroe que dejó huella

En sus redes sociales, Franco se definía como alguien que disfrutaba «hacer un poco de todo». Su valentía y altruismo al lanzarse al mar para salvar a otra persona han dejado una profunda marca en quienes lo conocieron y en quienes siguieron con esperanza el desarrollo de la búsqueda.

Su historia es un recordatorio del inmenso valor del sacrificio y la empatía, incluso frente a los mayores riesgos. En Punta del Este, hoy se llora la pérdida de un héroe que dio todo por salvar una vida.

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