Los delincuentes ingresaron por el fondo, a la altura del baño, desde donde accedieron al salón de ventas de la ferretería.

Una comerciante de apellido Rizzo Patrón decidió realizar un viaje al interior de la provincia y durante su ausencia no iba a abrir las puertas de su local de calle Dorrego de la ciudad de La Banda, donde se dedica a la venta de artículos de ferretería. En su ausencia, el negocio quedó al cuidado de su madre.
En horas de la siesta, golpes extraños llamaron la atención de algunos vecinos. Una mujer advirtió que los ruidos provenían de la ferretería, por lo que llamó a la casa de la comerciante, donde atendió la madre. La vecina le contó sobre los golpes que escuchaban y que estaba segura que provenían del negocio de su hija.
La mujer se trasladó al comercio y desde afuera aparentaba estar todo en orden. La puerta de ingreso no estaba violentada. Sin embargo, al abrir y recorrer las instalaciones, advirtió los signos del robo. Los delincuentes habían realizado un boquete en la pared de ladrillos del fondo del local comercial, que da al baño. El agujero que realizaron no era grande, aunque suficiente para que una persona de pequeñas dimensiones físicas pudiera ingresar.
De acuerdo con los primeros relevamientos, los ladrones se llevaron amoladoras, agujereadoras, clavos, tornillos y mangueras, entre otros artículos que se encontraban para la venta. Todo los sustraído fue valuado en 200 mil pesos.
La madre de la damnificada, de apellido Arias (65 años), realizó la denuncia penal en la Comisaría Comunitaria Nº 14 para que se investigara el hecho delictivo y se identificara a los “boqueteros”, a fin de recuperar los artículos robados. 
El hecho delictivo fue informado a las autoridades de la Fiscalía, quienes ordenaron que se diera intervención a los policías de la División Robo y Hurto de la vecina ciudad.  Los uniformados sospechan que los malvivientes sabían de que el comercio no abrió sus puertas por la mañana y que pensaban sacar más elementos, aunque los golpes alertaron a los vecinos.