Aunque la desocupación bajó al 6,6% en el tercer trimestre, los datos del Indec revelan que el mercado laboral argentino sufre una fuerte degradación. La informalidad ya alcanza al 43,3% de los asalariados.
Buenos Aires, 19 de diciembre de 2025 – El Gobierno nacional celebró esta semana los datos de mercado de trabajo publicados por el Indec, que muestran una caída de la desocupación al 6,6%. Sin embargo, detrás de la cifra positiva que exhibe la Casa Rosada, se esconde una realidad alarmante: la creación de empleo está traccionada casi exclusivamente por el sector informal y el cuentapropismo precario.
La trampa de los números
Según el informe oficial basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la desocupación retrocedió un punto porcentual respecto al trimestre previo (7,6%). Si bien más gente encontró trabajo, el tipo de contratación ha empeorado. Daniel Schteingart, director de Desarrollo Productivo de Fundar, advirtió que «toda la suba fue explicada por la informalidad», un dato que coincide con la destrucción sistemática de puestos en blanco en el sector privado.
En términos reales, la informalidad saltó del 42,6% al 43,3% en apenas un año. Esto significa que la economía está generando puestos de trabajo sin aportes jubilatorios, sin cobertura de salud y con salarios sensiblemente menores a los del sector registrado.
El auge del «monotributismo» y las plataformas
Desde la consultora Equilibra y el centro LCG señalan que el crecimiento del empleo (1,8%) se dio en un contexto donde el PBI subió un 3,3%, pero esa energía no llegó a las empresas tradicionales. En su lugar, el mercado se refugió en el cuentapropismo, que ya representa el 28,1% de los ocupados.
Este fenómeno está íntimamente ligado a dos factores:
- El nuevo paquete fiscal: El relajamiento de las escalas del monotributo facilitó que muchas personas se inscriban en este régimen, aunque en la práctica realicen tareas de dependencia encubierta.
- La «Economía de Plataformas»: Las aplicaciones de entrega y servicios han captado a miles de trabajadores que no requieren capital humano especializado, sirviendo como «válvula de escape» ante la crisis del empleo industrial y comercial.
Las zonas y grupos más castigados
El desempleo sigue teniendo rostro joven y femenino. Las mujeres de entre 14 y 29 años registran una desocupación del 12,7%, casi el doble del promedio nacional.
Regionalmente, la zona Pampeana lidera la falta de trabajo con un 7,5%, mientras que el Gran Buenos Aires se ubicó en el 6,8%. El dato más bajo se dio en el Noroeste (4,7%), aunque los analistas advierten que en esa región la precariedad suele ser estructuralmente más alta.
Un futuro de baja calidad
Para los expertos de LCG, el mercado laboral está realizando un «ajuste por calidad». Ante la debilidad del crecimiento y el cierre de unas 20.000 empresas en los últimos 22 meses, el empleo formal cae de manera sostenida desde junio. La reforma laboral en debate es vista con escepticismo por algunos sectores, quienes dudan que el marco legal baste para revertir una tendencia donde el «trabajo en negro» se ha convertido en el principal motor de supervivencia de millones de argentinos.