Las víctimas y otros dos menores se estaban bañando fuera de la zona balnearia. Fueron arrastrados por la correntada en un sector profundo.
El parque Aguirre es el centro de reunión de familias que aprovechan sus bondades y se alejan por unas horas del cemento de la ciudad. Santiagueños, bandeños y hasta del interior de la provincia se instalan en el paseo más grande de la “Madre de Ciudades” para pasar el día y además disfrutar del paisaje y las aguas del río Dulce.
Ayer no fue la excepción. El parque recibió a cientos de visitantes, especialmente después del mediodía, quienes se instalaron cerca del cauce natural de agua. Algunos decidieron ingresar al río para refrescarse ante la atenta mirada de los guardavidas, quienes tienen puestos fijos y realizan recorridos para actuar ante cualquier emergencia.
En esa circunstancia, alrededor de las 19, los guardavidas advirtieron que cuatro menores se encontraban bañando fuera de la zona balnearia delimitada, a la altura del Cristo Redentor. Les solicitaron varias veces que salieran del sector prohibido, aunque hicieron caso omiso. Momentos después se adentraron en otra zona más profunda, donde comenzaron a ser arrastrados por la correntada y no podían mantenerse en pie. Dos de ellos, una adolescente de 15 años y un menor de 7, ambos del barrio Banfield de La Banda, comenzaron a sufrir ahogamientos. Uno de los guardavidas se arrojó al agua y logró sujetar con una mano al menor de 7 años y que la jovencita se agarrara del torpedo de rescate. De esta manera, logró arrastrarlos hasta la orilla.
En tanto, otro de los guardavidas, luego de que se activara el operativo “hombre al agua”, se arrojó y guió a los otros dos menores, de 13 (del barrio Los Álamos) y de 16 hasta la orilla.
El hecho generó la llegada de la ambulancia, donde estabilizaron la salud de la menor y el niño, quienes se encontraban en un estado de conmoción y crisis por el dramático momento. El niño fue retirado por su padre y los adolescentes se fueron por sus propios medios.