El presidente de Rusia, Vladimir Putin, garantizó su apoyo «pleno y permanente» a su par venezolano, Nicolás Maduro, en una llamada telefónica sostenida este jueves, reafirmando el carácter estratégico de la relación bilateral en medio de una intensa escalada de presiones externas, liderada por Estados Unidos.
El respaldo ruso llega horas después de que el Gobierno venezolano denunciara la captura y confiscación de un buque cargado con 1.9 millones de barriles de crudo por parte de la administración estadounidense en el Caribe, un hecho que Maduro calificó de “piratería naval criminal” y “secuestro” de la tripulación.
«Solidaridad» y Compromiso Estratégico
Según comunicados emitidos tanto por el Ejecutivo venezolano como por el Kremlin, Putin expresó su «solidaridad» frente a las «crecientes presiones externas» y reafirmó su compromiso para «consolidar la paz, la estabilidad política y el desarrollo económico» de Caracas.
El líder ruso destacó que Moscú continuará apoyando a Venezuela en su defensa de la soberanía y el derecho internacional en América Latina. Adicionalmente, se puso a disposición la capacidad diplomática rusa para profundizar la cooperación en ámbitos clave como la energía, el comercio y la asistencia humanitaria, en el marco del acuerdo de asociación estratégica vigente desde noviembre de 2025.
Escalada de Washington
El intercambio telefónico se produce en un momento de máxima tensión, marcado por el despliegue militar estadounidense en el Caribe y las declaraciones del expresidente Donald Trump, quien afirmó que a Maduro «le quedan los días contados».
Maduro atacó directamente la política de Washington, asegurando que los «supremacistas que están gobernando en Estados Unidos quieren una guerra en Sudamérica» y buscan «robar» el petróleo venezolano. El mandatario ha ordenado iniciar «las debidas acciones legales, diplomáticas» para asegurar el libre comercio de su crudo.
El Equilibrio Regional
En paralelo a la tensión internacional, la semana pasada se registró un contacto diplomático en la región. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, conversó con Nicolás Maduro, un diálogo que ocurrió justo después de que el jefe de Estado brasileño hablara por teléfono con Donald Trump sobre la eliminación de las sanciones comerciales impuestas a Brasil.
Fuentes oficiales confirmaron que la conversación entre Lula y Maduro fue «rápida y cordial» y se centró en discutir «la paz en América latina», sugiriendo un esfuerzo regional por contener la escalada en el Caribe.
Maduro concluyó su reporte a Putin actualizando los avances económicos de Venezuela, proyectando un crecimiento del 9 por ciento para este año y subrayando el objetivo de ampliar la conectividad aérea y marítima con Rusia, incluyendo rutas directas a Moscú y San Petersburgo.