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Gabriel Flores, subayudante del Servicio Penitenciario y jugador de cestoball.
En una emotiva ceremonia realizada en el Senado de la Nación, se otorgó el Premio René Favaloro al Deportista Solidario, en el marco del 50º Aniversario de la Fundación Favaloro. El reconocimiento, organizado por la Comisión de Deportes del Senado, fue para el santiagueño Gabriel Flores.
Flores, quien se desempeña como subayudante en el Servicio Penitenciario de la Unidad 4 Colonia Pinto, fue distinguido por su valiosa participación en el programa «El cestoball te da segundas oportunidades».
El premio fue entregado por la presidenta de la comisión, la senadora Anabel Fernández Sagasti. El acto contó además con la presencia del Dr. Rogelio Díaz Villalba, coordinador ejecutivo del Complejo Penitenciario Colonia Pinto. La ceremonia destacó que el verdadero sentido del esfuerzo individual y el talento, tal como lo enseñó el legado del Dr. René Favaloro, es que «se ponen al servicio de los demás».
Sobre el premio
El Premio René Favaloro al Deportista Solidario es una distinción otorgada por la Comisión de Deportes del Senado de la Nación. Su objetivo es honrar y visibilizar a aquellas figuras del ámbito deportivo cuyo esfuerzo, talento y trayectoria están directamente vinculados con una labor social o humanitaria destacada.
Este premio lleva el nombre del Dr. René Favaloro, no solo por su eminente carrera médica, sino por su profundo compromiso social con la salud pública y la educación. Al igual que el médico veía la ciencia al servicio de la gente, este reconocimiento busca destacar a quienes utilizan el deporte no solo para competir, sino como una herramienta de transformación social, inclusión y esperanza.
Una segunda oportunidad
El reconocimiento a Gabriel Flores subraya el impacto del programa «El Cestoball te da segundas oportunidades» en el Complejo Penitenciario Colonia Pinto. Este proyecto ejemplifica cómo el deporte puede ser un motor crucial para la reinserción social y la restitución de la dignidad de los internos.
El cestoball, al ser una disciplina que requiere trabajo en equipo, disciplina y respeto por las reglas, proporciona a los internos un espacio de expresión y salud que va más allá del simple ejercicio físico:
Restitución de dignidad: Al participar en un proyecto que los valora por sus habilidades y su esfuerzo, los internos recuperan parte de su autoestima y dignidad, sintiéndose parte de una actividad productiva y reconocida.
Fomento de valores: El deporte inculca valores esenciales como la convivencia, la superación personal y el cumplimiento de normas, habilidades cruciales para su futura vida fuera del ámbito penitenciario.
Motivo de expresión y salud: Ofrece un canal de descarga de tensiones y emociones, mejorando tanto su salud física como su salud mental. Al concentrarse en el juego, encuentran un motivo de superación diario y una vía constructiva para encauzar su energía.
En esencia, el programa y el premio a Flores reconocen que la segunda oportunidad se construye dando herramientas concretas para el cambio, y el deporte se confirma como una de las más poderosas.
Asimismo, Flores agradeció la distinción y remarcó que uno de los puentes sociales es el deporte.