Analizó el período de “transición” que se abre con la salida de Maqueda y el proceso para seleccionar a nuevos integrantes. “Funcionar con una Corte de 3 miembros es muy difícil”, planteó.
Ricardo Lorenzetti, miembro hace 20 años de la Corte Suprema de Justicia, aseguró que cuando finalice el proceso de nominación e inclusión de los dos nuevos miembros al tribunal se deberá realizar de nuevo la votación de autoridades que se realizó ayer.
“Hay que aclarar: si ingresan los dos miembros nuevos, significa que pasamos de tres a cinco miembros, habrá que elegir de nuevo a las autoridades. Cuando entren los nuevos ministros discutiremos y elegiremos”, aseguró el magistrado en diálogo con Eduardo Feinmann en radio Mitre.
Igualmente, Lorenzetti destacó que en este momento lo más importante es hablar de los problemas de las personas y llevarle tranquilidad a la población en vez de discutir cuestiones de poder interno.
En ese marco, señaló que a partir de ahora se abre un período de transición durante el cual el máximo tribunal de justicia funcionará con tres miembros (Juan Carlos Maqueda dejará su lugar cuando cumpla 75 años en diciembre) a la espera de que el Congreso apruebe los pliegos de los dos juristas nominados por el presidente Javier Milei: Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. Esa discusión está empantanada en el Senado.
“Yo entré a la Corte hace 20 años. Cambiaron presidentes, cambiaron las autoridades de la Corte, han pasado muchos miembros, pero la jurisprudencia no cambió: siempre se mantuvo en los grandes temas. Entonces, cuando se habla de una Corte de transición no se habla de los fallos, hay que darle tranquilidad a la gente de que la interpretación que se hace de los derechos se mantiene”, puntualizó.
Lorenzetti aseguró que será muy difícil el funcionamiento de la Corte con sólo tres miembros. A modo de ejemplo, recordó que en 2015 tras la renuncia de Carlos Fayt hubo una situación similar que obligó a los ministros de aquel momento (Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Maqueda) a dialogar permanentemente en busca de acuerdos y posiciones comunes para poder fallar sobre cuestiones trascendentes para el país.
“En una Corte de tres miembros, desde el punto de vista personal, uno tiene mucho poder: son tres personas decidiendo los grandes temas del país eso no está bien. Nadie debe tener demasiado poder en ningún poder del Estado, hay que tener mucha prudencia y tendremos que ponernos de acuerdo en todos los casos y resolverlos”, planteó.