El Presidente presentó su plan para la «rebaja» de la inflación, que pasó del 12,8 al 25,5 por ciento en solo 30 días: dijo, sin ponerse colorado, que los precios subieron hasta un punto porque la gente perdió poder adquisitivo.
En la previa de que se conozca la cifra del 25,5 por ciento de inflación en diciembre, el presidente Javier Milei siguió celebrando su plan económico y terminó por sincerar cuál fue el plan para los primeros 30 días: «Hicimos que la gente no tuviera pesos», comentó y -según su posición- eso impidió «convalidar precios más altos». Para cantar bingo, en la misma entrevista destacó que en el ajuste planificado con el ministro de Economía, Luis Caputo, «el sector privado sale ganando». Como habían anticipado la canciller Diana Mondino y el secretario de Agricultura, Fernando Vilella, la variable de ajuste de La Libertad Avanza son los trabajadores asalariados.
Milei ofreció una entrevista radial antes de que se conociera la cifra de inflación del INDEC y repitió el libreto que marcó en el día de la asunción, cuando habló de una inflación «plantada» del «15 mil por ciento», marcando un escenario hipotético que justifique el ajuste. Días atrás también había pedido que se «saquen a pasear en andas» al ministro Caputo si la inflación no superaba el 30 por ciento.
«Recibimos al país en una condición muy complicada, la inflación venía viajando a 1 por ciento diario, en las dos primeras semanas se registró un 18 por ciento, eso te daba un mensual de 45, Argentina estaba camino a una hiperinflación, si no impulsamos un programa ortodoxo terminaba mal», argumentó para obviar la devaluación del 120 por ciento –una de las más grandes de la historia del país– que hizo que la inflación se duplique entre noviembre y diciembre.
En ese tono, en diálogo amistoso con el programa López910, Milei celebró que su gobierno es el «más activo de la historia argentina en este primer mes«, contando con los anuncios de un plan de ajuste económico, un mega DNU de desregulación económica –cuyos pedidos de inconstitucionalidad comienzan a ser atendidos por la Justicia– y una «Ley Ómnibus» de 600 artículos en las tres primeras semanas.
En la previa del anuncio del INDEC, Milei arrojó un particular análisis respecto de la evolución de los precios y sinceró la variable de ajuste de su gobierno: «Hicimos que la gente no tuviera pesos para convalidar precios más altos». Con esa idea, Milei sostiene que «hubo retracción de valores» y especificó que «las gaseosas, la carne y otros productos bajaron», aunque las cifras del INDEC pusieron la suba en alimentos por encima de la general, alcanzado un 29,7 por ciento. El mandatario lo analizó como «un caso casi inédito donde quebraste la tendencia» pero tras vanagloriarse de aquello, Milei consideró que «queda todavía un proceso de reacomodamiento de precios relativos» y volvió con culpas pasadas, a pesar de la megadevaluación y la suba del precios de los combustibles, al considerar que la «convalidación monetaria tuvo lugar antes, pero impacta ahora». Aunque, finalmente, sinceró que quedan meses con «números horribles» de inflación.
Por último, el mandatario siguió confiando en la paciencia de la gente a la que le vació los bolsillos. «La gente entiende que normalizar este desastre requiere un mal trago, pero esta es la primera vez que se hace un cambio de 180 grados y se arranca en la dirección correcta», sostuvo.