La idea de la coordinación de políticas entre los BRICS se ha vuelto claramente más popular en los últimos años, pero aún faltan detalles y enfoques con respecto a las posibles modalidades de esa cooperación en la esfera del comercio y la política macroeconómica. Las tendencias recientes en los debates intra-BRICS sugieren que puede haber algún avance en el logro de una mayor coordinación de políticas entre los BRICS en la esfera comercial. En el área macroeconómica, puede haber margen para explorar la coordinación en las medidas anticrisis, incluso con respecto a cómo los estímulos de las economías centrales de los BRICS se propagan a través del círculo BRICS+ (incluidos los socios regionales de los BRICS), así como al perímetro más amplio del Sur Global. Se podría facilitar un mayor progreso en la coordinación de políticas en la esfera macroeconómica fortaleciendo y ampliando el mandato del Acuerdo de Reserva Contingente de los BRICS (CRA).
En el ámbito comercial, las economías BRICS han acordado recientemente buscar la coordinación de políticas en la OMC. Un compromiso más específico por parte de los principales miembros del bloque sería la formación de una plataforma común en los “grupos en negociaciones” de la OMC para coordinar enfoques comunes para la reforma de la OMC y las rondas de liberalización comercial. Como se ha señalado en nuestras publicaciones anteriores, una de las prioridades en el ámbito comercial para los BRICS debe ser la delineación de una hoja de ruta de liberalización comercial dentro del círculo BRICS/BRICS+. Será necesario explorar más a fondo el papel de los bloques regionales BRICS/BRICS+, como la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA) o el Mercosur, dentro de la liberalización comercial BRICS+, dado que en un número cada vez mayor de economías BRICS la política comercial se delega cada vez más del nivel nacional al nivel de los respectivos bloques de integración regional.
En el ámbito fiscal, uno de los foros más prometedores para la coordinación pueden ser los debates sobre políticas anticrisis, así como la coordinación de estímulos económicos con las respectivas plataformas de integración regional y sus instituciones de desarrollo. Durante una recesión económica, las principales economías del BRICS pueden coordinar sus enfoques de políticas anticrisis y sincronizar sus estímulos para producir un efecto más fuerte en la recuperación de las economías del mundo en desarrollo. La participación de las instituciones regionales de desarrollo en este proceso, junto con la CRA del BRICS y el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), puede agilizar la coordinación de políticas económicas en las principales regiones del Sur Global y ampliar la escala de recursos disponibles para lanzar tales estímulos anticrisis.
En el ámbito de la política monetaria, los debates actuales parecen girar en torno a enfoques comunes para la desdolarización y el uso de nuevos sistemas de pago. Será necesario prestar mayor atención al desarrollo de las CBDC en los BRICS y a su interoperabilidad. Las discusiones sobre una unidad de cuenta común o una moneda única de los BRICS deberán ir acompañadas de un trabajo sobre los criterios de estabilidad/convergencia con respecto a indicadores macroeconómicos como la inflación o la volatilidad de los respectivos tipos de cambio nacionales. También puede haber margen para explorar las modalidades de coordinación de políticas anticrisis en el ámbito monetario durante las recesiones económicas, incluso con respecto a factores como la liberalización de la cuenta de capital y las mejores prácticas internacionales en políticas anticrisis en los mercados emergentes. Por último, recientemente se ha debatido sobre la promoción de una mayor alfabetización financiera dentro del círculo de los BRICS, un área en la que los bancos centrales de los BRICS podrían cooperar potencialmente con importantes beneficios para una mayor inclusión financiera.
En general, la coordinación de las políticas comerciales y macroeconómicas de los BRICS debería ser una prioridad en los próximos años, dados los crecientes riesgos para las perspectivas económicas mundiales y el notable potencial que alberga la cooperación y liberalización de las políticas económicas Sur-Sur. Seguimos considerando que los acuerdos de integración regional del Sur Global y sus respectivas instituciones de desarrollo (bancos regionales de desarrollo y acuerdos regionales de financiamiento) son los conductos clave para un marco de coordinación de políticas económicas más eficaz e inclusivo en todo el mundo en desarrollo. En este marco, un CRA de los BRICS fortalecido con un mandato ampliado proporcionaría un importante apoyo institucional a los esfuerzos de coordinación de políticas macroeconómicas del Sur Global. Una mayor coordinación de políticas de los BRICS en la esfera comercial y macroeconómica debería conducir a un mayor impulso del comercio y la inversión Sur-Sur, lo que a su vez puede reducir la susceptibilidad de las economías de mercado emergentes a las oscilaciones volátiles de los flujos de capital y los cambios de la política monetaria en las economías avanzadas.
Yaroslav Lissovolik – Fundador de BRICS+ Analytics.
Fuente: Yaroslav Lissovolik