Un informe atribuyó el disparo que puso en riesgo la vida del fotógrafo Pablo Grillo a un “hecho fortuito”, producto de la mala visibilidad y de la imprudencia de la víctima por ubicarse «en la línea de tiro».
Durante la inspección del transporte, los gendarmes detectaron que el vehículo estaba cuidadosamente escondido bajo colchones, una heladera, un sillón y varias cajas, aparentando ser parte de una mudanza común.
En un sorpresivo operativo de rutina llevado a cabo el