Ricardo Gelpi contó que se quedaron sin recursos para pagar reactivos y muchos profesores comenzaron a dejar la universidad. Solicita al presidente que revea su decisión.
El rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi, le pidió especialmente al presidente Javier Milei que revea su decisión de vetar la ley de financiamiento educativo que votó el Congreso. Según anticipó el Poder Ejecutivo, esa decisión será oficializada en los próximos días.
“Respeto la opinión del Presidente pero no la comparto en absoluto: creo que se está desfinanciando al sector público de la educación y lo vamos a pagar caro. Con el veto de esta ley se está hipotecando el futuro del país, de la gente joven, que es lo más importante”, aseguró el docente y médico en diálogo con Eduardo Feinmann en radio Mitre.
Gelpi repasó que están teniendo problemas operativos por la falta de recursos y aseguró que muchos docentes empezaron a dejar la Universidad porque no están conformes con los salarios que perciben. Destacó además que la ley aprobada, que planteaba el objetivo de actualizar las partidas según el índice de inflación del INDEC, significa una erogación del 0,14% del PBI.
El docente consideró que es “un error hablar del gasto en la educación pública” como si fuera “plata tirada”, ya que los países desarrollados invierten mucha plata” en esos conceptos. “Es muy poco lo que se modifica (del Presupuesto). Lo más importante es que el gasto en educación no es plata que se tira, es inversión en el país y en la gente joven. La educación pública ha sido un pilar de la educación en Argentina y de la famosa movilidad social, lo que le permitía a la gente crecer y avanzar”, insistió.
Gelpi, quien también es investigador del Conicet y fue decano de la Facultad de Medicina, pidió que “ojalá que lo revierta” el veto que se anunció, y aseguró que “esto no es político”, que es uno de los argumentos que suelen deslizar desde el Gobierno. “Tenemos un atraso salarial del 40 al 50 por ciento, eso es un hecho fáctico. No tenemos plata para investigación, y hablo con conocimiento de causa: no podemos comprar reactivos para la investigación, no podemos publicar trabajos que aumentan el prestigio de la universidad. Eso no es política, son hechos concretos”.
La tensión con el Gobierno y la comunidad educativa de las universidades vuelve a estar en su pico máximo. Ayer, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, exhibió su plan educativo en la previa del paro y la marcha universitaria, y cargó contra la “autonomía universitaria” y disparó contra las “corporaciones” que manejan las casas de altos estudios, sin mencionar directamente a los dirigentes. “Hay partidos de las universidades. Hay actores de la política universitaria, están las reformistas, las radicales, las peronistas. Esta dinámica, que está vinculada con distintos actores, genera las dificultades que hay hoy”, expresó el funcionario.
En ese marco, Gelpi hizo un desesperado pedido: “Señor Presidente: como docente, como investigador y profesor y como rector de la UBA, le pediría por favor, por el futuro del país, que no se vete esta ley. Por el futuro del país de la gente joven, de la educación pública, de la investigación y de la salud pública, que son los pilares de un país del primer mundo”.
Docentes y el personal no docente de las universidades nacionales, entre ellas la UBA, realizarán este jueves un paro en “defensa de su salario” y la Ley de Financiamiento Universitario, que el Gobierno Nacional vetaría en las próximas horas, luego del anuncio de la marcha organizada por la comunidad educativa para el próximo 2 de octubre.
La Marcha Federal Universitaria se anunció con el respaldo del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), con el apoyo de organizaciones sindicales docentes, no docentes, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y la Federación Universitaria Argentina (FUA). Todas las instituciones educativas coinciden en la necesidad urgente de un incremento de las partidas dirigidas a las universidades públicas, no solo para garantizar su funcionamiento, sino también para sostener salarios dignos y asegurar la continuidad de la investigación y la formación académica de miles de estudiantes en todo el país.
En los primeros 7 meses de la gestión de Javier Milei, se ejecutó, un 31,5% menos de fondos para las 57 universidades nacionales que en el mismo período de 2023, a valores reales.