Ratificó el fallo de primera instancia de la jueza Loretta Preska que permite a un grupo de holdouts intentar embargar una cantidad de bonos estadounidenses que la Argentina tiene en su poder.
La Corte de Apelaciones de Estados Unidos rechazó un recurso de la Argentina y ratificó la decisión de primera instancia que autorizaba a fondos de inversión a embargar bonos estadounidenses que el país tiene en su poder. El fallo es consecuencia del default de la deuda en 2001.
Se trata del tercer revés judicial para la Argentina en siete días. El lunes, la Justicia estadounidense le ordenó al país que pague US$340 millones por la nacionalización de Aerolíneas Argentinas. El jueves 15, en tanto, hubo otra condena por el default de 2001, que fijó una deuda de US$140 millones.
La decisión de este miércoles beneficia a otro grupo de holdouts que nunca cobraron por los bonos argentinos que tenían en sus carteras de inversión al momento de la crisis de principios de siglo. Le hicieron juicio al país y obtuvieron una sentencia favorable en primera instancia, en la que la jueza Loretta Preska -que lleva varios reclamos contra la Argentina- obligó al país a pagar US$477 millones.
“La Argentina no pagó y entonces Preska autorizó que empezaran los embargos. Esto fue en 2021. Los bienes a embargar eran confidenciales hasta comienzos de este año, cuando se conoció que eran los bonos del Tesoro de los Estados Unidos que la Argentina había usado como colateral para los bonos Brady”, explicó Sebastián Maril, de Latam Advisors, a TN.
Ahora, la Corte de Apelaciones ratificó la decisión de Preska y los holdouts pueden ir tras esos títulos. Sin embargo, el problema es que los bonos Brady vencieron el 31 de marzo de 2023. “Hasta esa fecha, estuvieron depositados en la sucursal Nueva York de la Reserva Federal de Estados Unidos. Luego del vencimiento, cuando ya no se necesitaban como colateral, aparentemente la Argentina los trajo al Banco Central, aunque no está confirmado”, contó Maril.
¿Cómo sigue la causa? Los beneficiarios del fallo probablemente tratarán de repatriar esos títulos, si es que logran confirmar que están en la Argentina, para cobrarse una parte de la sentencia. Los abogados del país, en tanto, tendrán que desplegar la estrategia jurídica para defenderse de ese procedimiento. No obstante, Maril descartó que la Corte Suprema de Estados Unidos tome este caso.
Qué fueron los bonos del “Plan Brady”
A fines de la década del ‘80, los países de América Latina vivieron una crisis de deuda por los préstamos que tenían con bancos comerciales estadounidenses. Por ese entonces, los gobiernos usaban esa vía como su principal forma de financiación en lugar del mercado de deuda soberana.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Nicholas Brady, diseñó un plan para que los países de la región canjearan sus préstamos bancarios por bonos respaldados por el Tesoro estadounidense. “En lo que entonces supuso una estrategia novedosa, los bancos acordaron un muy necesitado alivio de la deuda —la reducción promedio fue del 35%— a cambio de instrumentos negociables sin riesgo”, explica el blog del FMI.
La Argentina ingresó al “Plan Brady” en 1993 y reestructuró su deuda mediante la emisión de bonos que tenían como colateral a los títulos del Tesoro que ahora están sujetos a embargos. Para ingresar al plan, además, los países hicieron una serie de concesiones y se comprometieron a aplicar determinadas políticas de orden fiscal y ajuste con el objetivo de transmitir confianza a los inversores.