Buscaron refugio en otra casa y salvaron sus vidas. Perdieron todos sus bienes.
Las fuertes ráfagas de viento y la intensa lluvia generaron ayer a la tarde momentos de pánico en muchas familias santiagueñas, sumado a los crujidos de árboles y los ruidos de distinto tipo de bienes golpeándose en los patios. Una de ellas es del barrio Reconquista, de esta ciudad, que tiene su casa en avenida 222, a unos cien metros de la calle Juncal.
En medio de la feroz tormenta y conociendo los problemas en la estructura edilicia, la dueña de casa, Brisa Duarte, tomó a su bebé Wilson en brazos, salió de la propiedad y buscó ayuda en una vivienda vecina de las inmediaciones. Ese acto le salvó la vida a ella y a su descendiente. Momentos después, el viento y el aguacero provocaron el derrumbe del techo y parte de las paredes de la casa.
Cuando cesó la tormenta, se pudieron ver los destrozos. La estructura edilicia caída provocó serios daños en los pocos muebles y artículos de uso diario de la familia, mientras que la abundante precipitación inutilizó otros bienes de la mujer, su hijo y su pareja, quien al momento de la tormenta no se encontraba en la vivienda.
El hecho generó la reacción de los vecinos y de gente solidaria que se presentó en el lugar para ayudar a los dueños de la casa destruida con bienes materiales y buscando recuperar de entre los escombros lo poco que se salvó del fenómeno climático y del derrumbe.