Alberto Fernández y Lula da Silva confirmaron que trabajan en la creación de una «moneda sudamericana común».
El presidente Alberto Fernández y su par de Brasil, Luiz Inácio «Lula» da Silva, confirmaron hoy que avanzan en la creación de una «moneda sudamericana común» en el marco de la «alianza bilateral» entre ambos países; reivindicaron «la paz y la democracia» y condenaron a todas las formas de «extremismo democrático» y de «violencia política» en la región.
Los mandatarios publicaron un texto en el diario Perfil como antesala de la agenda que compartirán mañana en la reunión que ambos mantendrán como parte de la visita de Da Silva al país por la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En el mensaje, que escribieron conjuntamente, indicaron que decidieron «avanzar en las discusiones sobre una moneda sudamericana común que pueda usarse tanto para los flujos financieros como comerciales, reduciendo los costos operativos y nuestra vulnerabilidad externa».
En esa línea, instaron a «simplificar y modernizar las reglas y fomentar el uso de las monedas locales» para así «superar las barreras» en los intercambios.
En tanto, destacaron que el encuentro de ambos de mañana será el primero «en más de tres años» entre ambas naciones y celebraron que la VII Cumbre de la Celac, que tendrá lugar el martes, marcará «el regreso de Brasil a este mecanismo de diálogo y concertación regional».
A partir de ambos encuentros, anunciaron que relanzarán «la alianza bilateral» al reactivar «varios espacios de cooperación y diálogo».
«Son múltiples las áreas en las que volveremos a trabajar juntos en temas importantes para la calidad de vida de nuestras poblaciones, como la lucha contra el hambre y la pobreza, la salud, la educación, el desarrollo sostenible, el cambio climático y la reducción de todas las formas de desigualdad», indicaron.
Los mandatarios, a la vez, consideraron que la relación «fluida y dinámica» entre Brasil y Argentina «es fundamental para el avance de la integración regional».
«Queremos que el Mercosur constituya una plataforma para nuestra integración efectiva al mundo, a través de la negociación conjunta de acuerdos comerciales equilibrados que respondan a nuestros objetivos estratégicos de desarrollo», señalaron.
En cuanto a la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), afirmaron que trabajarán para «rescatar y actualizar» ese organismo y remarcaron que Argentina y Brasil están «decididamente comprometidos con la construcción de una América del Sur fuerte, democrática, estable y pacífica».
Ambos presidentes, además, llamaron a «fortalecer el rol de la sociedad civil, los gobiernos estaduales y municipales y de los parlamentos como actores de este reacercamiento», y aseguraron que «los lazos entre Argentina y Brasil se cimentan en la consolidación de la paz y la democracia».
«Queremos democracia para siempre. Dictadura nunca más», subrayaron y condenaron «todas las formas de extremismo antidemocrático y de violencia política».
En otros ejes, Fernández y Da Silva indicaron que ponen «especial atención en la reindustrialización» de ambas economías, que incluya «la generación de empleo de calidad y las inversiones en innovación».
Hicieron hincapié en «el papel fundamental» que ambas naciones desempeñan para la «seguridad alimentaria en un mundo que se ve afectado por riesgos geopolíticos y serias interrupciones en las cadenas de suministro».
En materia de infraestructura, aseguraron que «un tema central de este nuevo momento es la integración energética» y destacaron que «la interconexión eléctrica» entre ambos países «ya es realidad» mientras apuntaron al «potencial» que puede tener «la integración gasífera».
También instaron a consolidar una posición conjunta «como poseedores de tecnología nuclear con fines pacíficos».
«El mundo más justo y más solidario al que aspiramos únicamente será viable si tenemos el coraje de forjar nuestro futuro en común. Ese es el sentido estratégico de la integración bilateral», completaron.