Los registros aduaneros a los que tuvo acceso The Wall Street Journal muestran que empresas estatales chinas de defensa envían equipos de navegación, tecnología de interferencia y piezas de aviones de combate a compañías de defensa rusas afectadas por sanciones.
El régimen chino suministra tecnología a Rusia para continuar la guerra en Ucrania a pesar de las sanciones internacionales y los controles a la exportación, según información de The Wall Street Journal.
Los registros aduaneros a los que tuvo acceso el medio estadounidense muestran que empresas estatales chinas de defensa envían equipos de navegación, tecnología de interferencia y piezas de aviones de combate a compañías de defensa rusas afectadas por sanciones.
Los equipos mencionados forman parte de los miles de envíos de bienes de doble uso (productos que pueden ser utilizados tanto con fines comerciales como militares) que Rusia importó desde el comienzo de la invasión en febrero del año, según los registros de aduanas facilitados a The Wall Street Journal por C4ADS, una ONG con sede en Washington. La mayor parte de los envíos provienen de China, según los registros.
Desde Moscú niegan la información difundida por el periódico económico. “Rusia tiene suficiente potencial tecnológico para garantizar su seguridad y llevar a cabo la operación militar especial. Este potencial se mejora constantemente”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Pese a que Rusia cuenta con los medios económicos suficientes para producir gran parte de sus necesidades militares básicas, su ejército depende mucho de las importaciones, sobre todo de la tecnología de doble uso, como los semiconductores.
Los intentos de Estados Unidos y los aliados para aislar a Moscú no lograron impedir que Vladimir Putin continuara abasteciéndose de importaciones tecnológicas. Rusia aún goza de la posibilidad de importar mediante países que no han mostrado su apoyo a los esfuerzos de Washington por sacar al Kremlin del mapa. Tal es el caso de Turquía y Emiratos Árabes Unidos, a cuyos gobiernos los funcionarios occidentales acusan de burlar las sanciones y los controles, según The Wall Street Journal. Las autoridades de Ankara afirman que las sanciones son ineficaces y que desempeñan un importante papel como interlocutor con Rusia.
Los registros aduaneros revisados por el medio estadounidense expusieron que las empresas chinas -tanto estatales como privadas- son los principales exportadores de productos de doble uso. El medio analizó más de 84.000 envíos registrados por la oficina de aduanas de Rusia luego de que Occidente decidiera iniciar una campaña de presión económica centrada en productos considerados críticos por la Casa Blanca.
También fueron identificadas una gran cantidad de empresas rusas y chinas en el punto de mira de Estados Unidos en el marco de la campaña de presión sobre Rusia.
Autoridades estatales y privadas sostienen que los datos demuestran cómo Rusia es capaz de eludir la respuesta de Occidente a la guerra contra Ucrania.
“A pesar del escrutinio internacional y los protocolos de sanciones, los datos confiables del comercio mundial muestran que las empresas de defensa de propiedad estatal china continúan enviando piezas de aplicación militar a las empresas de defensa rusas sancionadas”, dijo Naomi García, analista de C4ADS. “Se ha registrado que estas empresas rusas utilizan este mismo tipo de piezas directamente en la guerra de Rusia en Ucrania”, afirmó, en declaraciones a The Wall Street Journal.
Frente a esta situación, Washington informó que se encuentra investigando la exportación de productos y negocios prohibidos a través de contactos diplomáticos en todo el mundo. Asimismo, afirmó que prepara sanciones contra nuevos objetivos que considera facilitan la guerra de Rusia.
Al respecto, Estados Unidos sancionó el miércoles a 22 individuos y organizaciones por ayudar la industria de defensa de Rusia a evadir las sanciones estadounidenses, en medio de la guerra en Ucrania.
El Departamento del Tesoro explicó en un comunicado que los sancionados, de hecho, han apoyado a Rusia en el terreno militar para esquivar las sanciones impuestas contra ella.
“Sancionar a los aliados (de Rusia) es uno de los muchos pasos que el Tesoro y nuestra coalición de socios han adoptado, y seguirán adoptando, para reforzar la aplicación de las sanciones contra el sector de defensa de Rusia, sus benefactores y quienes lo apoyan”, dijo el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, en la nota.
Entre los designados por Washington está el traficante de armas Igor Zimenkov, con base en Chipre, y su hijo Jonatan por supuestamente haber facilitado la venta de armas rusas a Gobiernos de otros países.
Previo al comienzo de la invasión de Ucrania, Putin y su homólogo chino, Xi Jinping, expresaron su asociación “sin límites” con el objetivo de contrarrestar a Estados Unidos. El régimen de Beijing se comporta, desde entonces, de manera ambigua. Por un lado condena la guerra pero al mismo tiempo estrecha sus lazos diplomáticos, financieros y comerciales con Moscú.
La portavoz de la embajada china en Washington, Liu Pengyu, declaró a The Wall Street Journal que “la acusación de que China proporciona ‘ayuda’ a Rusia no tiene ninguna base objetiva, sino que es puramente especulativa y deliberadamente exagerada”.
De acuerdo a los registros aduaneros del medio estadounidense, el 31 de agosto de 2022, la empresa estatal china de defensa Poly Technologies envió equipos de navegación a la estatal rusa de exportación militar JSC Rosoboronexport para helicópteros militares de transporte M-17.
Antes de eso, la compañía electrónica china Fujian Nanan Baofeng Electronic Co. suministró a Rosoboronexport -a través de una empresa estatal de defensa uzbeka- una antena telescópica para el vehículo militar RB-531BE, utilizado para interferir las comunicaciones. En octubre, la aeronáutica estatal china AVIC International Holding Corp. envió a AO Kret, filial de Rostec, el gigante de defensa sancionado, piezas para cazas Su-35 por valor de 1,2 millones de dólares.
Los responsables de las empresas implicadas negaron y desconocieron haber participado en esos intercambios a pesar de que, en el pasado, los propios funcionarios rusos habían dicho que se adaptarían a las sanciones de Occidente recurriendo a países asiáticos, como China.
Kret, junto a otras compañías rusas que contratan servicios de inteligencia, militares y de seguridad del gobierno, también recurrieron a empresas privadas chinas, según constató The Wall Street Journal. Sinno Electronics, sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, fue uno de los mayores exportadores de los productos de doble uso con más de 1.300 envíos sólo entre abril y octubre, que se traducen a más de USD 2 mil millones.
Entre estos artículos críticos suministrados por China a Moscú destacan chips informáticos necesarios para armas empleadas en Ucrania y en los circuitos electrónicos que permiten el uso de sistemas de geolocalización, radiocomunicación, vigilancia y navegación por satélite, recogió el medio de autoridades estadounidenses.
Las exportaciones de estos componentes se habían reducido a más de la mitad tras la primera ola de sanciones que Washington y los aliados impusieron sobre Rusia. Sin embargo, para octubre la cifra ya había ascendido a casi 33 millones de dólares, lo que está apenas por debajo de los 35 millones de dólares mensuales que Moscú registró desde que comenzaron las sanciones en su contra en 2014 por la ofensiva sobre Crimea, apuntó el análisis de The Wall Street Journal basado en registros aduaneros rusos y la base de datos Comtrade de las Naciones Unidas.
Con información de Infobae