La víctima de 19 años fue hallada deambulando desorientada en el barrio Almirante Brown. Recibe la asistencia correspondiente.

Con el rostro lesionado, la ropa casi rasgada y desconcertada, una estudiante le pidió ayuda a policías que realizaban un recorrido de prevención por el barrio Almirante Brown de la Capital. Confesó que tras una reunión, habría sido embriagada, drogada, abusada sexualmente y golpeada por un “amigo”. 
Cerca de las 4.30 de la madrugada del viernes, un ama de casa de 37 años residente en el barrio Juan Díaz de Solís se apersonó en la Comisaría Comunitaria 11 y realizó un comparendo de su hija desaparecida. Se trata de una estudiante de 19 años, quien es madre —a su vez— de un bebé de un mes. 
La denunciante indicó que la jovencita habría salido de su propiedad en horas de la tarde del jueves, junto a una compañera para concurrir a clases. Pero con el paso de las horas, habría recibido un llamado telefónico de una allegada de la damnificada que aducía que “la habría visto en el barrio Almirante Brown alcoholizada”. 
Minutos después, la denunciante recibió un segundo llamado telefónico. En la oportunidad era el padre de la compañera de su hija, con quien se había retirado. El mismo le indicó que, “había retirado a su hija desde un baldío bajo los efectos de sustancias prohibidas y que en el sitio estaba la jovencita, en el mismo estado”. 
Ante la situación, la mujer y su esposo salieron a buscar a su hija. Pero no la encontraron. Habían pasado varias horas y no tenían noticias de ella, más que los dichos de los conocidos. Temiendo lo peor, la mujer, realizó el comparendo para dar con el paradero de su hija. 
La Policía se abocó a la búsqueda de la estudiante. Se difundió sus datos identificatorios y la vestimenta que usaba al momento de desaparecer. Se realizaron diversos rastrillajes por la zona donde habría sido divisada; pero no había noticias de ella. 
Eran aproximadamente las 8.30 del viernes, cuando los uniformados de la Comisaría Comunitaria 7 se encontraban realizando un recorrido de prevención por el área de competencia. Se encontraban patrullando en el barrio Almirante Brown, además de tener el alerta de la desaparición de la joven. 
En ese momento, los “guardianes del orden” fueron abordados por una mujer que se encontraba desconcertada y deambulando. La víctima comenzó a pedirle ayuda y fue trasladada a sede policial, donde fue identificada. Se estableció que era la estudiante que se estaba buscando. 
Ante los uniformados, la víctima reveló que el día que desapareció había concurrido con una amiga a la casa de un conocido a quien no veía desde hacía un tiempo. El sujeto, del que no pudo brindar el nombre ni apellido, le habría invitado a tomar unos vinos, por lo que ella aceptó junto a su compañera. 
En la madrugada, su amiga habría sido retirada del sitio por un familiar. Por lo que quedaron en el sitio ella y su allegado. El sujeto, por consideración de las bajas temperaturas que se estaban registrando, la invitó a pasar a la vivienda para continuar ingiriendo bebidas alcohólicas. En ese momento, la damnificada comenzó a sentirse mal, se descompensó y quedó dormida. 
Al día siguiente, antes que fuera hallada por la Policía, se despertó en la cama del sujeto y este dormía a su lado. Ella, sentía un fuerte dolor en el abdomen y en la zona genital. De inmediato, comenzó a vestirse para retirarse del sitio; cuando el agresor se despertó y comenzó a propinarle golpes de puño en el rostro y en la cabeza, mientras le exigía que “se quedara en la casa”, tratando de evitar que se retirara. Se produjo un forcejeo, hasta que logró escapar. 
Ante la situación, en el caso se dio intervención a la Unidad Fiscal de Abusos Sexuales de Capital, que ordenó que se le practicara a la víctima todos los estudios médicos de rigor y que se iniciaran las pesquisas pertinentes sobre los pormenores del hecho.
La Policía secuestró sus prendas que vestía para ser analizadas y se extrajeron diversas muestras de sangre de la víctima.