El coronavirus suele presentarse con distintos síntomas en el cuerpo humano y las lesiones cutáneas pueden llegar a surgir luego de meses del contagio.
Por Radio Mitre.- Los síntomas del coronavirus pueden causar múltiples complicaciones en el día a día de las personas que se contagian. La tos, fiebre y el cansancio son los principales síntomas diagnosticados por los especialistas e infectólogos que estudian las variantes del coronavirus.
La fatiga, el dolor de garganta, congestión nasal o falta de olfato y gusto, dolor de cabeza y la dificultad para respirar son otras señales que aparecen en el cuerpo infectado de coronavirus.
Según el dermatólogo Jorge Ocampo, de los pacientes contagiados “un 20% presentan manifestaciones en la piel como urticaria, ronchas, pero también lesiones muy severas como vasculitis o púrpura”. En la conferencia también remarcó que el virus puede crear una vasculitis leucocitoclástica, o púrpura palpable, que “son manchas rojizas con un pequeño relieve”. La erupción cutánea se forma a causa de “medicamentos, infecciones o por enfermedades autoinmunes”.
El jefe del servicio de Dermatología del Hospital Universitario José Eleuterio González de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) de México sostuvo que hay más lesiones cutáneas que pueden provocar el coronavirus al cabo de semanas o incluso meses del contagio.
El dermatólogo y miembro titular de la Sociedad Argentina de Dermatología, Andrés Politi, relató que los primeros en investigar la repercusión del coronavirus en la piel de las personas fueron doctores españoles e italianos. Ellos diferenciaron en dos grupos las manifestaciones: lesiones directas como el sarampión, el dengue (erupciones, ampollas) y las manchas rojas elevadas y difusas; y por otra parte los dedos covid (colorados).
Entonces, ¿cuáles son las lesiones en la piel que pueden aparecer por el coronavirus?
- Lesiones de tipo perniosis: provoca picor y dolor en zonas rojizas.
- Ampollas con prurito, que generan la necesidad de rascar la zona en cuestión.
- Necrosis en donde la piel se vuelve roja o azul, o posee patrón similar a una red. Suele ocurrir por la falta de circulación sanguínea