Brindó su mirada el ingeniero Howard Van Meer, quien actualmente se desempeña en la Estación Agropecuaria del INTA en Santiago.
En el actual contexto que se vive por el cambio climático, las fluctuaciones y variaciones son cada vez más marcadas. Y en ello, toma protagonismo el fenómeno de La Niña, que algunos habrán oído hablar de él hace unos años, y otros lo desconocen. Cierto es que, el clima sigue cambiando y generando cada vez más incertidumbre, sobre esta problemática brindó su mirada el ingeniero Howard Van Meer, en la segunda parte de esta entrevista.
Sequía
“Este período de sequía tiene más que ver con el fenómeno de La Niña. La alta de nubosidad genera una situación donde la insolación plena. Sin embargo, estamos viendo que los extremos se volvieron más extremos. El 20 de enero registramos 45.2 grados. Son temperaturas muy extremas, aún para lugares como Santiago del Estero”, indicó.
“Esas temperaturas -como las de calor- se pueden dar en pleno invierno ya pasó antes. Sobre todo, a finales del invierno las temperaturas pueden aumentar considerablemente. Lo que sí fue algo insólito fue la helada agronómica (al nivel de suelo) el primer día de noviembre que provocó daños en las siembras tempranas de algodón y la terminación de las cucurbitáceas (melón, sandía)”, detalló el ingeniero.
El fenómeno
“El fenómeno de La Niña provoca situaciones límites, es decir muchas fluctuaciones tanto de temperaturas altas como bajas (la helada del 1 de noviembre) y lluvias erráticas. Eso hace que este ciclo productivo fue uno para el olvido para muchos productores agropecuarios. Creo que por falta de rendimiento los precios aumentarán”.
Al igual que el fenómeno de El Niño, La Niña hace presencia en gran parte del planeta Tierra en ciertos meses del año, dejando grandes desastres en la naturaleza y en la vida del ser humano. En el caso del fenómeno de La Niña, los vientos alisios (soplan de manera prácticamente constante en verano y menos en invierno), La Niña suele ir acompañada de bajas temperaturas y provoca fuertes sequías en las zonas costeras del Pacífico.
Acerca de nuevos desafíos o temas en los cuales se deba enfocar, añadió: “Muchas cosas están interrelacionadas con el cambio climático. Sin embargo, uno que se destaca es la pérdida de biodiversidad tanto en tierra como en los océanos. Enfrentaremos una situación de fuerte expansión poblacional, especialmente en África y Asia. Hay que seguir alimentando a todas esas personas. Eso va a ser un verdadero desafío para las futuras generaciones. Por un lado, la alimentación, el aumento de las personas de clase media en países emergentes generando un cambio dietario y por otro lado la conservación natural de hábitats”.