Los declarantes se refirieron a sus intervenciones en la investigación del caso y a la realización de pericias genéticas y caligráficas

   

En la continuidad del juicio oral por el crimen de Mario Agustín Salto, el eje de debate se centró en la actuación investigativa de personal policial y de peritos que efectuaron informes técnicos.

De los siete convocados para la audiencia de hoy, comparecieron seis personas, pues una de ellas se encuentra fuera de Santiago del Estero.

La primera en declarar fue la bioquímica María Dorigon Lezana, titular del Laboratorio de Genética Forense del Poder Judicial, quien tuvo a su cargo la realización de numerosos estudios de ADN.

A partir de muestras orgánicas de la víctima y de objetos secuestrados durante las pesquisas, la profesional explicó que se cotejaron los patrones genéticos de la víctima y de los sospechosos, sin que se pudiera establecer relación entre ellos.

A continuación, declaró Luis Von Buren, efectivo que formó parte del grupo de investigación del secuestro y asesinato del niño quimilense, bajo las órdenes de jueces penales y de la División Homicidios y Delitos Complejos.

Después testificó Elsa Soria, perito calígrafo de la Policía provincial, que tuvo a su cargo la toma de cuerpos de escritura de 13 personas vinculadas con el caso. Su labor fue cotejarlos con los papeles que fueron secuestrados en allanamientos realizados en domicilios de Quimilí.

De acuerdo con sus conclusiones, los textos fueron autoría de Pablo Ramírez, quien es actualmente juzgado por el presunto delito de encubrimiento agravado del homicidio triplemente calificado y abuso sexual del menor.

Luego de un cuarto intermedio, fue el turno del policía Adrián Montenegro, quien intervino en dos momentos de la investigación. Al comienzo de la misma, cuando recababa información con personal a su cargo y al analizar el listado de las llamadas telefónicas realizadas en los cinco días previos y posteriores a la desaparición de «Marito», en el área geográfica correspondiente a la ciudad cabecera del departamento Moreno.

En tanto, Marcelo Madrigal Beltran se refirió a la labor que desplegó como miembro de la División Criminalística de la Policía provincial. Actuó cuando hallaron los restos desmembrados de la víctima y en los allanamientos que se efectuaron cuando intervinieron canes adiestrados en búsquedas, cuando se secuestraron elementos que se incorporaron a la causa.

Finalmente, testimonió otro efectivo, César Díaz, quien fue el sumariante que atendió a Gladys Ramos, cuando ella concurrió a reportar que su hijo no había regresado al hogar.

El testigo y otro uniformado se dirigieron a la represa junto con la progenitora y su pareja, hasta el lugar donde habían hallado la bicicleta y elementos de pesca que llevó Marito. Esa misma noche y al día siguiente, estuvieron recabando datos sobre el recorrido del chico y quiénes lo habían visto dirigirse al espejo artificial de agua.

Para mañana está prevista una extensa lista de testigos y la declaración indagatoria de Miguel Jiménez, acusado como supuesto autor intelectual del crimen del niño.