El INTA y Vialidad provincial trabajan en una propuesta pionera en el país

El INTA y Vialidad provincial trabajan en una propuesta pionera en el país

El especialista Juan Carlos Antuña, del INTA, explicó la propuesta que incluye la actualización y relevamiento de la red de caminos rurales.

Cuando se habla de mejorar la red vial, generalmente, se piensa en autopistas o en rutas de primer nivel, pero se olvida sistemáticamente a los caminos rurales y a los recursos para su mantenimiento, cuando en realidad toda la Red Vial Argentina (RVA) contiene tres niveles: la Red Vial Primaria (RVP) con autopistas y rutas nacionales, la secundaria (RVS) con rutas provinciales, y la terciaria (RVT) con estos denominados caminos rurales. Es fundamental considerar estos tres niveles en su conjunto para garantizar una infraestructura vial completa y funcional en todo el país.

Por lo tanto, resulta imprescindible considerar los caminos rurales como componentes integrales junto a las rutas pavimentadas, en lugar de verlos como entidades independientes. Podemos comparar este enfoque con el sistema circulatorio humano, donde los caminos rurales representan la capilaridad más fina, que, aunque conforman la red más extensa, también son los más sensibles a los factores externos, especialmente a las condiciones climáticas.

Una mirada estratégica

Buena parte del presupuesto nacional está centrado en los impuestos conocidos como “retenciones”, de los cuales la Nación coparticipa una muy pequeña porción a través del Fondo Federal Solidario (Fofeso) para fines bastante diversos, pero que no contempla el mantenimiento de los caminos rurales, que a su vez son críticos para poder mantener el sistema productivo y por ende recaudatorio para su propia retroalimentación.

En resumen, el mantenimiento de estos caminos está sujeto a los presupuestos provinciales, que en un contexto restrictivo como el que se atraviesa, pone en grave riesgo al propio sistema productivo e incluso la cohesión social.

Es importante tener en cuenta las particularidades de cada provincia. En este sentido, Santiago del Estero muestra un gran nivel de dispersión en las áreas productivas y de distribución de la población rural, especialmente, teniendo en cuenta que la provincia tiene el mayor porcentaje de población rural del país con un 31,3%.

En resumen, la Nación requiere de estos recursos presupuestarios, pero lamentablemente no asiste ni atiende a las provincias en un factor tan crítico como este, especialmente en un contexto de cambio climático donde la vulnerabilidad a eventos extremos, como excesos o déficits hídricos, así como el deterioro causado por el tráfico, son altamente preocupantes.

Se requiere urgentemente un plan estratégico con una perspectiva federal que aborde los caminos rurales desde una dimensión social.

Desde el INTA Santiago del Estero se planteó una propuesta que incluye la actualización y relevamiento de la red de caminos rurales empleando imágenes satelitales de alta resolución (Spot 7) provistas por la Conae (Comisión Nacional de Actividades Espaciales).

Posteriormente, se relacionó a la información sobre esta red terciaria con las rutas pavimentadas y los mapas de cultivos, producto de lo cual se estimó que circularían alrededor de 27.100 camiones solo para extraer la producción de soja, maíz y poroto en la campaña de verano.

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