En el marco de las fiestas de fin de año, la Dirección de Sanidad Animal, dependiente de la Secretaría de Salud brindó una serie de recomendaciones para preservar la salud de las mascotas domésticas frente al uso recreativo de cohetes y pirotecnia.
Las principales afectaciones que los fuegos artificiales o pirotecnia generan en las mascotas están relacionadas con el sentido auditivo de los animales y en algunos casos afectan el sistema cardiovascular.
Teniendo en cuenta lo anterior, el director de Sanidad Animal, Sebastián Orte, recomendó: “Lo ideal sería que las personas no usen pirotecnia sonora, es algo que se encuentra controlado en nuestra ciudad, pero como es algo que continúa sucediendo los dueños deben resguardar a sus mascotas en un lugar donde se escuche poco el sonido de la pirotecnia, en una habitación cómoda con ventilación y que no tengan vidrios que se puedan romper en el caso de que les dé una ataque de pánico a los perros”.
“Con respecto a los sedantes, estos tienen que ser prescritos por un profesional (veterinario) con un control radiológico previo y ven el caso de recetarlo, el profesional debe explicar a los dueños de las mascotas que es una droga disociativa, que quiere decir que el animal siente todo lo que está pasando, pero no puede reaccionar y eso puede llevar a un paro cardiorrespiratorio. También es importante hablar y contener a las mascotas, abrazarlas y acariciarlas, esto hace que los animales se sientan contenidos y protegidos por sus dueños”.
Asimismo, agregó: “Los ruidos causados por las explosiones de cohetes y fuegos artificiales también generan en las mascotas miedo y estrés que a largo plazo producen fobias, reacciones de pánico y conductas no habituales tales como escapar sin rumbo y perderse, lastimarse o lastimar a las personas”.
“Además, pueden padecer palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria, aturdimiento y pérdida del control, entre otros”, finalizó Orte.
Un consejo adicional es colocar identificaciones a las mascotas que contengan un número de teléfono para que pueda establecerse un contacto en el caso de que las mismas se extravíen.