En el estreno del torneo de Leyendas, derrotaron a Davenport y Mary-Joe Fernandez.
Fue un viaje al pasado, una invitación a la nostalgia, un reencuentro con sensaciones de otros tiempos. En el caso de Gabriela Sabatini, fue volver a sentirse tenista tras más de un cuarto de siglo, en un torneo que la tuvo varias veces como protagonista, donde fue campeona junior hace casi cuatro décadas.
Del lado de Gisela Dulko, las emociones son más frescas; no hace tanto que se retiró, algo menos de diez años. Las dos argentinas se presentaron en el Legends Trophy de Roland Garros con una victoria frente a otras dos históricas como las estadounidenses Lindsay Davenport y Mary-Joe Fernandez, por 6-3 y 6-3, en el court Suzanne Lenglen.
Sabatini y Dulko ingresaron poco después de las 11 en el segundo estadio en importancia de Roland Garros, con vestidos de la marca del cocodrilo. Cerca de 1000 espectadores siguieron el encuentro; no faltó el aliento, sobre todo para Gaby, los gritos de “¡Vamos Argentina!”. Desde las tribunas acompañaban José Luis Clerc, Mercedes Paz, Florencia Labat; a un costado del court, Gusti Fernández, el exnúmero 1 del mundo de tenis adaptado, y varias camisetas en celeste y blanco.
Pronto quedó en claro que, de las cuatro, Dulko era la que estaba en mejor forma, con tiros bien colocados, excelentes toques en la red –un reflejo de sus tiempos no muy lejanos como número 1 en dobles-, buenas decisiones en las jugadas. Del otro lado, Davenport encendió pronto los motores y empezó a responder con tiros potentes, tal como en su época de líder del ranking. Sabatini, en algunos pasajes, mostró su jerarquía, sobre todo cuando le tocaba volear; le costó más en los intercambios desde el fondo, y tal como había admitido en la previa, con el saque, acaso el golpe más difícil de recuperar en estas semanas que transcurrieron desde que ambas tomaron la decisión de jugar este certamen de leyendas en París.
El encuentro se resolvió en apenas 54 minutos, finalizado con una doble falta de Davenport. Hubo abrazo y felicitaciones. Por poco menos de una hora, Sabatini y Dulko volvieron a sentirse jugadoras. Con destellos de calidad, el carisma de siempre, y también las inseguridades del reencuentro con un poco de competencia, al fin y al cabo. Aquí, las chicas llegaron para divertirse, para disfrutar de un torneo único en una ciudad de ensueño, y dieron un buen primer paso.
“Estaban los nervios lógicos antes de salir a la cancha, pero nos ayudó mucho que nos llevamos muy bien, y tanto reírnos afuera nos ayudó a aflojarnos. Pudimos divertirnos y fue una emoción enorme entrar a jugar”, destacó Sabatini apenas concluyó el partido. “Jugar al lado de Gaby fue un sueño, una sensación hermosa. Esto es todo nuevo para nosotras, y volver a París fue increíble”, contó Dulko.
La aventura continúa, con al menos dos partidos más, porque el torneo de Leyendas se disputa con el formato de round robin, y Sabatini y Dulko integran el Grupo A, junto con otras tres parejas. Tras la victoria sobre Davenport y Fernandez, los próximos encuentros serán frente a las francesas Tatiana Golovin y Nathalie Tauziat, y la croata Iva Majoli y la francesa Mary Pierce. La pareja que termine primera en esta zona disputará la final el sábado próximo frente a las ganadoras del Grupo B.
Para Sabatini, se trató del primer partido que jugó en París en 27 años, desde su última etapa como profesional, cuando alcanzó los cuartos de final en 1995. Mucho más cercano fue lo de Dulko: la jugadora surgida en La Horqueta disputó su último encuentro en París en 2012, que sería la última temporada de su carrera, con Paola Suárez como compañera de dobles. Dentro de estos contextos, no fue el mismo panorama para las dos, además de que se trató del primer torneo que disputan juntas.