En contra de las habituales críticas de Milei al ambientalismo, la subsecretaria de Transición y Planeamiento Energético de la Secretaría de Energía, Mariela Beljansky, defendió en comisiones un proyecto que busca reducir la emisión de gas metano y su impacto sobre el ambiente.
A pesar de las vehementes críticas que el presidente Javier Milei ha sostenido en reiteradas ocasiones contra el ambientalismo y la agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, el Gobierno libertario decidió acompañar la agenda verde del PRO en el Congreso y mandó a comisiones a una funcionaria nacional a defender un proyecto de ley que busca reducir las emisiones de gas metano.
Se trata de Mariela Beljansky, la subsecretaria de Transición y Planeamiento Energético de la Secretaría de Energía, que a comienzos de octubre expuso en comisiones de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano en defensa del proyecto del diputado del PRO, Martín Maquieyra, que busca “establecer los presupuestos mínimos de protección ambiental para una adecuada gestión de las emisiones de gas metano (CH4) en las actividades de exploración; explotación; transporte y refinación de hidrocarburos, con la finalidad de reducir su impacto sobre el ambiente; y de conformidad con lo establecido por el Artículo 41 de la Constitución Nacional”.
Durante su exposición Beljansky recordó que Argentina tiene un compromiso legal de no exceder las 349 megatoneladas netas de gas metano en el inventario de 2030 y apuntó: “Hay que ver cómo hacemos para reducir las emisiones fugitivas de metano porque el sector de petróleo y gas va a continuar creciendo”.
“Todos pretendemos que la Argentina pueda tener muchísimo más nivel de producción económica, de exportación y lograr confiabilidad”, señaló la secretaria y remarcó, a contramarcha de lo que diría Milei, que para lograrlo “hace falta acceder a financiamiento; y para acceder a financiamiento, tenemos que mostrar que cumplimos con los compromisos”.
El acompañamiento del Gobierno al proyecto verde llama la atención y claramente no porque sea del PRO, sino por la cantidad de veces que el Presidente se ha manifestado en contra del ambientalismo y lo ha considerado parte de “una agenda socialista sangrienta”.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el mandatario cuestionó con insólitos fundamentos la Agenda 2030 de la organización que promueve el desarrollo sostenible de los países al considerar que “aunque bienintencionada en sus metas, es un programa de gobierno supranacional de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan con la soberanía de los Estados-nación y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas”.
Su posición viene desde campaña, cuando llegó a negar el calentamiento global y durante una entrevista con el diario español El País señaló que “los datos no lo validan”. “El planeta ya tuvo picos de alta temperatura. La temperatura normal no es tan distinta del promedio histórico”, había señalado al tiempo que remarcaba: «El ambientalismo es la agenda posmarxista que, frente a la derrota monstruosa en lo económico, traslada la lucha de clases a otros lugares. Una de esas es el hombre contra la naturaleza. La parte más sangrienta, aberrante y violenta es la agenda del aborto”.
Esta idea no cambió al asumir, durante el Foro Económico Mundial de Davos, ya como Presidente y ante mandatarios de todo el mundo, Milei brindó un discurso en contra del ambientalismo que ubicó como una de las «ideas socialistas» que generan «pobrismo». “Uno de los conflictos que los socialistas plantean es el del hombre contra la naturaleza. Sostienen que los seres humanos dañamos el planeta y que debe ser protegido a toda costa, incluso llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o en la agenda sangrienta del aborto», criticó.
En esa línea, a pesar de que ahora el Gobierno busca reducir la emisión de gas metano, en septiembre Argentina no firmó el Pacto de Futuro de la ONU, a los que si se sumaron otros 193 países, el proyecto prevé 56 acciones para hacer frente a los «mayores desafíos de la época», entre los que incluye el mantenimiento de la paz, el cambio climático y las potenciales amenazas de la inteligencia artificial (IA). Específicamente sobre el ambiente, el pacto dice:»El cambio climático es uno de los mayores retos de nuestro tiempo».
Fuente: politicargentina.com