La Capilla de Perchil Bajo celebró los 113 años de la llegada del Cristo de la Agonía

La Capilla de Perchil Bajo celebró los 113 años de la llegada del Cristo de la Agonía

Cientos de fieles llegaron de todos puntos de la provincia para realizar sus alabanzas y homenajear al patrono del pueblo.

   

Emotiva celebración se vivió en el departamento San Martín, más precisamente el pueblo del Perchil Bajo, por un aniversario más de la llegada a estas tierras del Cristo de la Agonía, imagen venerada y considerado patrono de los vecinos del lugar. 
El sábado pasado se honró los 113 años del arribo de la imagen de Nuestro Señor en la Cruz, que generó el resurgimiento del fervor de las comunidades aledañas a Perchil Bajo. A las 17 hs. se ofició la misa central, la cual fue presidida por el párroco Rubén Roldán y se contó con la presencia del vicario Raúl Llugdar. 
La comunidades que participaron fueron la de la Virgen de Loreto, desde Brea Pozo con la Virgen de Monserrat; de la escuela 403 con Nuestro Señor de los Milagros de Mailín y desde Villa Nueva con la imagen de la Virgen del Rosario. 
Luego de la ceremonia religiosa se realizó la procesión y la fiesta terminó con un espectáculo musical que los conjuntos participantes le rindieron honores al Cristo de la Agonía de Perchil Bajo.
Desde la organización agradecieron a todos los presentes que “luego de dos años de no poder realizar la fiesta que se merece nuestro santo patrono, hoy (por el sábado) nos reencontramos para rendirle el homenaje todos juntos, para que nos siga bendiciendo y protegiendo en nuestras vidas”, comunicaron. 

Reseña histórica 
La venerada imagen llega a dicha localidad arrastrada por la corriente del Dulce desde la sacristía de la capilla, donde el párroco Juan María Retambay se vio obligado a dejarla (fruto de la primera inundación) hasta Chimpa Machu (Costado Viejo), quedándose desde ese instante en nuestro “querido Perchil Bajo”.
El Cristo de la Agonía, rescatado de la inundación que golpeó por segunda vez a la antigua “Villa Vieja” de Loreto.
El párroco encargado en ese entonces  trasladó al Cristo en el bote de Pedro Nolasco Contreras y salieron hacia la entonces Villa San Martín- Estación Loreto. Pero el Cristo de la Agonía, dado su gran tamaño, quedó en el lugar. Pues la gran imagen de madera y el peso del mismo dificultaron su pronto salvataje.
Pasados varios meses de la tragedia y cuando el río ya había tomado su curso, una vecina que paseaba observó al Cristo de la Agonía que sobresalía entre el barro, al no poder sacarlo pidió ayuda y descubrió plenamente la imagen que hoy es parte de la veneración de todo el pueblo de Perchil Bajo y de zonas aledañas. 

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