«No nos traguemos los viejos postulados neoliberales»

«No nos traguemos los viejos postulados neoliberales»

El presidente español habló después de Milei y pidió a las grandes empresas que se impliquen para «luchar contra la involución que representa la ola reaccionaria que recorre el mundo».

«Una intervención de un profundo calado político, muy valiente y comprometida, dirigida a los principales líderes económicos, financieros y empresariales globales». Así definen en Moncloa el discurso ofrecido este miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Foro de Davos. El líder del Ejecutivo se ha mostrado contundente contra las recetas neoliberales y ha puesto como ejemplo las medidas tomadas por su Gobierno estos cuatro años.

Sánchez ha estructurado su discurso en alertar sobre tres grandes riesgos globales. Uno de ellos, «garantizar la prosperidad de nuestros ciudadanos». En este punto ha destacado que la extrema derecha está en auge y que los regímenes autocráticos proliferan en Occidente y en otras regiones del mundo. «Esta terrible tendencia no es más que un síntoma de problemas más profundos», ha señalado.

Para el presidente del Gobierno, se está produciendo «la erosión de las clases medias y trabajadoras». «Las mismas clases medias y trabajadoras que no siempre se han beneficiado de las transformaciones económicas de las últimas décadas. Las que sufrieron durante las crisis financieras de 2008 y 2012. Y que ahora se angustian ante un futuro marcado por la incertidumbre mientras siguen perdiendo poder adquisitivo», ha destacado.

El líder socialista ha sacado pecho de las medidas desarrolladas en España, que tienen una línea común: «Hemos demostrado que la competitividad económica y la prosperidad de los ciudadanos no son incompatibles». Políticas que, según Sánchez, dijeron que eran «imposibles o temerarias». «Hoy, los españoles saben que las políticas neoliberales no funcionan. Que la opción de reducir el tamaño del sector público y dejar solos a los ciudadanos y a las pequeñas empresas cuando surgen los problemas no tiene sentido», ha afirmado.

Desde el reconocimiento al papel de las grandes empresas y ante los desafíos mundiales, Sánchez les ha pedido de forma directa que se impliquen. «Ayúdenos a elevar el poder adquisitivo de los trabajadores, a frenar la emergencia climática, a reivindicar las normas internacionales y a defender la democracia y luchar contra la involución que representa la ola reaccionaria que recorre el mundo».

«No nos traguemos los viejos postulados neoliberales que presentan al Estado como un ente puramente extractivo que no genera valor. O que afirman que la única responsabilidad de las empresas es aumentar los beneficios de sus accionistas», ha añadido al respecto. Para Sánchez, se han demostrado que estas ideas son erróneas, «por la ciencia y la experiencia».

«Actúen en consecuencia. Actúen con responsabilidad. Piensen a largo plazo. No se dejen arrastrar por esos medios de comunicación y partidos políticos radicales que están obsesionados con proyectarnos como rivales sistémicos. Que se lucran vendiendo polarización. No caigan en su trampa. Colaboremos. Aprovechemos los grandes reto que he mencionado antes para tender puentes, potenciar sinergias y establecer nuevas formas de colaboración público-privada. El Gobierno de España es su aliado», ha continuado.

Riesgos de la inteligencia artificial

Otro de los puntos importantes de la intervención de Sánchez en Davos ha sido sobre la inteligencia artificial (IA) y sus riesgos. «Son la mejor opción que tenemos para superar retos como el envejecimiento, la crisis medioambiental, la propagación de enfermedades o la baja

productividad. Y creo que, si las utilizamos bien, nos permitirán alcanzar un nivel de bienestar inimaginables. Pero también creo que estas oportunidades no deben hacernos ignorar las amenazas», ha destacado.

Por ello, Sánchez ha reclamado prestar más atención a las preocupaciones de nuestros trabajadores, nuestros jóvenes y nuestros mayores, y menos atención «a las promesas vacías de algunos gurús de Silicon Valley, que están más interesados en ganar adeptos o escalar en la lista de millonarios de Forbes que en el verdadero progreso de la humanidad».

Oriente Medio y Ucrania

El tercer reto al que enfrentarse, según Sánchez, es «la propia supervivencia del orden internacional basado en reglas». En este punto se ha detenido para mencionar los conflictos en Oriente Medio y Ucrania y defender el sistema multilateral. «La futura estabilidad del mundo se está decidiendo en Ucrania y Gaza mientras hablamos», ha destacado.

Respecto a la situación concreta en Israel y Palestina, Sánchez ha reiterado la posición que viene repitiendo estos meses. «Reconocemos el legítimo derecho de Israel a defenderse de un ataque terrorista vil y monstruoso. Pero también exigimos el respeto del Derecho Internacional Humanitario», ha dicho. El presidente ha defendido la necesidad de un alto el fuego y la convocatoria de una conferencia internacional para poner en marcha una solución definitiva.

Para Sánchez, esa solución debe incluir el reconocimiento de la existencia de dos Estados. «Hay que poner fin a este drama humano. El curso actual de los acontecimientos no ayudará ni al pueblo palestino ni al israelí. Pero también, porque lo que está en juego es la seguridad de las cadenas mundiales de suministro. Es el comercio. La prosperidad. La estabilidad de todo Oriente Medio. Y la continuidad del orden multilateral», ha destacado.

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