Las cámaras de seguridad delataron al uniformado. Autoridades de la Jefatura analizarán su actitud, ya que consideraron que no hay delito.

Una joven de 26 años ingresó a trabajar anteayer a la tarde en un bar de inmediaciones de la plaza Libertad del barrio Centro capitalino y estacionó su motocicleta Motomel Blitz, de 110 centímetros cúbicos, en un playón que da hacia calle Pellegrini. Antenoche, luego de culminar con su tarea laboral, la empleada gastronómica se aprestó a emprender el regreso a su casa, ocasión en la que abrió el baúl, que no cuenta con seguridad, y advirtió que en el interior había materia fecal.
Ante esta situación y por las cámaras de seguridad sin funcionamiento en el lugar, la joven fue hasta el mercado Armonía, que se encuentra en las inmediaciones y que cuenta con dispositivos de seguridad. A través de las imágenes de los videos se determinó que, alrededor de las siete de la tarde de anteayer, se aproxima un sujeto al rodado y realiza sus necesidades fisiológicas en el baúl, a pesar de que hay sanitarios. La joven advirtió que se trataba de un policía, que presta servicios en la zona y que supuestamente sabía que no funcionaban las cámaras del playón.
La empleada del bar se trasladó hasta la Comisaría Comunitaria Nº 1, donde contó lo sucedido y manifestó que conoce al cabo de Policía sospechoso, pero que “solo son amigos”. De acuerdo con las primeras averiguaciones policiales, presuntamente el uniformado estaría “enamorado” de la joven, aunque ella solo quiere tener una amistad con él. En este sentido, expuso que anteayer no lo había visto ni mantenido contacto telefónico.
El Dr. Sebastián Robles, de la Unidad Fiscal de Delitos Comunes, determinó que no existe delito, criterio que también adoptó el Dr. Fabián Abramczuk, de la Unidad Fiscal de Violencia Institucional. 
No obstante, autoridades policiales ordenaron que se realizara un informe y se remitiera a la Jefatura de Policía para analizar la actitud del efectivo y actuar en consecuencia.