Los investigadores recogieron evidencia fotográfica y fílmica de Uliarte en las inmediaciones de la casa de Cristina Kirchner desde el 23 de agosto hasta el día del atentado. Sospechan que realizó inteligencia.
La situación de Brenda Uliarte frente a la Justicia no hace más que empeorar en estos últimos días. Desde sus mentiras en sus declaraciones hasta la información recabada en su teléfono celular, todo apunta a que tuvo un rol clave en el intento de homicidio contra la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien Fernando Andrés Sabag Montiel gatilló dos veces y en la cara el pasado 1 de septiembre.
La novia de Sabag, que compareció ayer ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti, negó todas las acusaciones que pesan sobre su persona. En adición, al turno de declarar de Fernando, quien volvió a abstenerse de declarar, solo indicó: «Brenda no tuvo nada que ver… Y yo tampoco». No obstante, para la Justicia, no caben dudas de que la pareja llevó a cabo un elaborado plan para acabar con la vida de CFK, aunque también sentencian que «no actuaron solos».
Durante las labores investigativas, los efectivos abocados a las mismas descubrieron algo que hunde aún más la presunta inocencia de Uliarte, y es que tienen evidencia fotográfica y fílmica de que ella estuvo rondando la casa de Cristina, en Recoleta, días previos al atentado.
FOTO: El carrito de «copos de nieve» de Uliarte, en inmediaciones de la casa de CFK
Según lo averiguado, la primera vez que se presentó con su carrito fue el 23 de agosto, el día después del pedido de condena de 12 años por parte del fiscal Luciani. Cuatro días después, el 27, también volvieron a detectarla en escena.
Esto levanta una evidente sospecha de que Uliarte habría estado realizando labores de inteligencia para planificar el asesinato, el cual perpetró sin éxito su pareja, Fernando Sabag. Sólo resta esperar que los efectivos finalicen con sus tareas y que la Justicia determine la culpabilidad de las partes.