La imputación se produjo durante la indagatoria. El joven de 20 años escuchó la hipótesis del femicidio y se abstuvo de declarar.

   

Andrés Nicolás Gómez (20 años), a quien conocen como “Nico” o “Puchi”, estuvo anteayer a la tarde por primera vez ante la representante de la Unidad Fiscal de Violencia de Género e Intrafamiliar de la Circunscripción Capital, Dra. Andrea Juárez, quien le imputó el delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y el contexto de violencia de género.
El femicida no quiso hablar. Asistido por el abogado Román Nassif, se abstuvo de declarar en la indagatoria, aunque tuvo que escuchar la grave acusación que pesa sobre él y la hipótesis de los hechos y las causas por las que le provocó la muerte a Mileidy Herrera, la joven de 24 años de la localidad de Garza, departamento Sarmiento, hace dos semanas.
La Fiscalía, tras las investigaciones policiales y judiciales, llegó a la hipótesis de que el imputado la asesinó porque “no aceptaba el fin de la relación sentimental”. 
Sostuvo que “el 9 de marzo, Gómez esperó oculto en el sector del baño, que queda en el exterior de la vivienda de la víctima, en el barrio San Jorge, de Garza”. “Usted había llegado al lugar a bordo de una motocicleta Honda XR de 150cc. de color blanco y rojo, dominio A160 MJR. Pasadas las 20.15, arribó Mileidy junto con su hija de dos años y su primo hermano, de 13, quienes lo hacían a bordo de una motocicleta. En ese momento y al encontrarlo, Mileidy le manifestó: ‘¿Qué haces aquí? Entendé que ya no quiero estar con vos’. Usted, increpándola y teniendo en sus manos una llave francesa Bahco, le habría exigido la llave para ingresar a la vivienda, a lo que ella le habría respondido: ‘Ya te la doy, tranquilizate que está la nena’. Seguidamente, Mileidy abrió el candado de la puerta de la casa e ingresó. Inmediatamente lo hizo usted por detrás, quedando los menores afuera”, escuchó atentamente el imputado.
Prosiguió: “Una vez en el interior del dormitorio, usted la habría atacado ferozmente con un cuchillo, tipo carnicero y mango de color marrón, profiriéndole una puñalada en la región del corazón, con clara intención de darle muerte. En ese mismo momento y cuando su cometido ya se había cumplido, usted habría mirado al menor de 13 años y le indicó: ‘Avisale a la Lili’ (en referencia a Liliana Ibáñez, madre de la víctima), para retirarse inmediatamente del lugar en la motocicleta”. 
“Los hechos se habrían producido, ya que usted no aceptaba el fin de la relación, decisión que Mileidy le había transmitido en forma reiterada. Incluso, el 7 de marzo, día del cumpleaños de la víctima, ocasión en la que usted se habría dirigido a la vivienda de la madre, sito en el barrio San Jorge, a llevarle una torta. No sería este el único episodio de violencia que habría protagonizado con la joven, ya que días atrás, usted la habría intentado chocar con una moto, episodio este que la víctima le comentó a su hermana y al padre de su hija. Este contexto de permanentes discusiones y problemas en la pareja eran conocidos, incluso por su propia madre, quien le envió un audio a Mileidy expresándole que sus problemas debían resolverlos entre ustedes, ya que la familia se encontraba atravesando un momento muy especial, probablemente por el fallecimiento de su abuelo”, expresó. 
Y añadió: “Usted, durante todo el tiempo de la relación, habría mantenido un vínculo poco saludable con la víctima, debido a sus constantes celos, solicitándole a la misma que no se vinculara socialmente ni con sus amigas, controlándole en cada ocasión que se presentaba el teléfono celular y las conversaciones que mantenía”.
Tras la lectura de la acusación, se presentaron las evidencias en contra de Nicolás Gómez, entre ellas, el resultado de la autopsia que confirmó que la joven madre “murió a causa de un paro cardiorrespiratorio como consecuencia de un shock hipovolémico determinado por una herida punzopenetrante en el tórax, compatible de haberse inferido con un arma blanca”.

El testigo clave estaba cumpliendo 13 años

El adolescente que vio a su prima tirada en el piso y que intercambió palabras con el imputado adentro de la casa de la víctima, tras el femicidio, estaba cumpliendo 13 años el 9 del corriente mes, el mismo día que mataron a Mileidy.
El menor había llegado a Garza desde Buenos Aires —donde vive— junto a su padre, quien es hermano de la madre de la víctima fatal. La visita era por algunos días, aunque la estadía se extendió porque debía brindar su testimonio en Cámara Gesell, que se realizó anteayer a la mañana, ocasión en la brindó detalles de lo vivido, lo que permitió incriminar formalmente a Gómez en el homicidio.
El testigo regresó a la capital argentina y será asistido psicológicamente para sobrellevar todo lo acontecido, hecho que lo tuvo en el escenario del femicidio de su familiar, ocasión en la que el imputado le habría amagado con golpearlo con una llave francesa, luego de que el menor lo empujara y le dijera: “Qué hiciste pel… de m…”, luego de ver a su prima tirada en el piso.