La esclerosis múltiple es una amenaza silenciosa

La esclerosis múltiple es una amenaza silenciosa

Al respecto, el médico neurólogo Sebastián Paz brindó algunos detalles para entenderla.

   

Adías de recordarse una fecha especial en el calendario mundial para la salud, es necesario recordar la importancia de que la comunidad se capacite, se informe, se actualice acerca de algunas amenazas al bienestar. El cuidado de la salud, los métodos preventivos, la concientización y los avances tecnológicos van de la mano y por ello es necesario tenerlos en cuenta.

El 30 de mayo es el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, y durante todo este mes se han desarrollado diferentes campañas en varias partes del mundo, para apoyar la conciencia colectiva, la educación al respecto, los cuidados y la prevención. En este día, en algunos lugares, reúne a la comunidad internacional para compartir historias, concienciar y hacer campañas con y para todos los afectados por esta enfermedad. La fecha se conmemora todo mayo y principios de junio.

Pero, al respecto el médico neurólogo Sebastián Paz, brindó una definición: “La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica crónica, de causa no determinada que afecta al sistema nervioso central y se manifiesta mayormente entre los 18 y 35 años, con una prevalencia de 3 a 1 en las mujeres. Se trata de la primera causa de discapacidad no traumática más común en ese rango de edad que hasta ahora no tiene cura, pero sí existe medicación y diferentes tratamientos para controlarla y mejorar la calidad de vida”.

“Esta enfermedad se genera en el sistema nervioso central, afectando al cerebro y la médula espinal. Es considerada una enfermedad autoinmune, es decir el sistema inmunológico, que normalmente se encarga de defender las agresiones externas como infecciones, en este caso no reconoce la mielina (un material lipídico que protege y rodea las células nerviosas) como propia y, en consecuencia, la lesiona”, explicó.

Asimismo, indicó que esto afecta la forma en que los nervios conducen los impulsos eléctricos hacia y desde el cerebro produciendo la aparición de síntomas como:

-Debilidad muscular.

-Alteraciones de la vista.

-Sensación de hormigueo, picazón, pinchazos o entumecimiento.

-Problemas de memoria y pensamiento.

-Problemas de coordinación y equilibrio.

-Fatiga.

Muchos de estos síntomas son invisibles, lo cual genera diversas dificultades en el ámbito social y laboral a quienes conviven con este diagnóstico. Aún no se conocen las causas de esta enfermedad, sin embargo, se reconoce la existencia de factores genéticos, que, si bien no son absolutamente determinantes, generan una predisposición a padecer la enfermedad.

“Es una de las afecciones neurológicas más discapacitantes en el adulto joven. Por ahora no tiene cura, pero sí hay medicación para controlarla, ya sea para atenuar o espaciar los brotes o remisiones, o enlentecer la progresión, de ahí la importancia de su diagnóstico temprano que permite un mejor pronóstico”, sostuvo Paz.

Compartir